Y para los más pequeños, dulce. La "Cupkakelokura" de "Happy Pandi" llenó la avenida de La Costa de pequeños pasteles animados, decorados incluso con el escudo del Sporting. Entre ellos, el pequeño Bruno Álvarez, de apenas nueve meses de edad, que desfiló, en un carrito con forma de dulce, por primera vez en su vida aunque, como aseguró su madre, "el año pasado ya vino, pero dentro de mi barriga". El café lo puso el Centro Infantil "Escolín" con su "Ojalá que llueva café" en el que los pequeños, de entre 3 y 10 años, encarnaban cafeteras, tazas e incluso sacos de café.

Mujeres subidas en Vespa, pitufos patinadores, vaqueros, ciclistas, emoticonos, snorkels, cantantes de gospel, militares, tanque incluido, o marcianos completaron un desfile que cerró, al filo de las diez de la noche, una multitudinaria y animadísima boda hindú.

Paralelamente, en el Colegio de La Inmaculada, se celebraba la tercera Fiesta Solidaria de Carnaval, en la que se consiguió reunir más de una tonelada de alimentos, superando así la previsión marcada. "Estamos muy contentos, la fiesta crece cada año más y más", aseguró Eduardo Jiménez Gafo, organizador del evento. En esta edición fueron más de una veintena los centros educativos participantes y casi se alcanzó el medio millar de jóvenes inscritos. El único requisito necesario para ello era llevar dos kilos de comida y muchas ganas de divertirse.

Los pequeños, disfrazados, disfrutaron de la animación de una cincuentena de monitores de los campamentos de verano organizados por los Jesuitas en Saldaña. La comida será distribuida de manera equitativa entre el Hogar de San José y Caritas Parroquial.

En la tarde de hoy se pondrá punto y final a la 30ª. edición del Antroxu gijonés, una vez se hayan repartido los premios entre las charangas y distintas agrupaciones y se haya dado muerte a "Paca y Tola" las sardinas siamesas que ejercieron este año como animadoras de la celebración. Tras ello, llegará su entierro y, con él, el del carnaval hasta el año próximo.