El área sanitaria V (Gijón, Carreño y Villaviciosa) le quiere seguir la estela a otros municipios asturianos con la descentralización de las populares consultas del Sintrom, como se conoce de forma más general -por el nombre comercial de un fármaco- a las consultas, cada vez más numerosas, de control de los tratamientos anticoagulantes orales para prevención de trombosis y embolias. La idea es sacar de los hospitales, como es el caso de Cabueñes, aquellas consultas que fácilmente pueden ser atendidas en los centros de salud por el personal de Atención Primaria. Y con esa filosofía se ha iniciado el pasado mes de diciembre un proyecto piloto en el centro de salud de Contrueces.

La alta presión asistencial que registra el servicio de Hematología de Cabueñes, donde se pautan los primeros tratamientos y se hace el seguimiento de todos los pacientes antes de que algunos acaben derivados a Cruz Roja o a los centros de especialidades de Pumarín y Puerta la Villa, así como las indicaciones generales del Sespa que aconsejan mejorar la atención y la accesibilidad a los servicios del paciente mayor crónico, unido también a escasa complejidad del control del tratamiento en un volumen importante de pacientes, son las tres claves sobre las que se sustenta esa descentralización que debería coger carrerilla en este año en el área V. Si ahora sólo es el centro de salud de Contrueces el que está asumiendo las revisiones en un volumen de entre 150 y 200 pacientes propios, en poco tiempo la prueba se extenderá al centro de salud de Roces-Montevil y si los resultados son lo satisfactorios que se esperan no tardará en seguir la estela el resto de centros.

"La intención es ofrecer la atención sanitaria en los entornos más próximos al paciente y, sobre todo, facilitar que el control del paciente crónico complejo se lleve en buena medida en Atención Primaria", expuso el director de Atención Sanitaria del área V, Álvaro González Franco.

Lo indudable es que los asturianos con tratamientos anticoagulantes -indicados para evitar la peligrosa formación de trombos en la sangre- "son cada vez más", y muchos de ellos están clasificados como un grupo de pacientes muy estables cuyo tratamiento no requiere de un extremo cuidado. Pero que no se libran de una cita periódica cada cuatro o seis semanas para mirar sus valores de coagulación. "De ahí que tenga sentido que esas citas periódicas no obliguen al enfermo a desplazarse a algún centro de especialidades, sino que se pueda hacer en el entorno más cercano", añadió. En Cabueñes se estima que están a seguimiento por este control más de 4.000 personas.

Para el desarrollo del programa de descentralización lo fundamental es la formación previa de los profesionales de Primaria, tanto de médicos como de enfermeras, la dotación del programa informático que gestiona el control de dichos tratamientos y la revisión de los cupos de cada médico del centro de salud correspondiente para que una vez identificados los pacientes que se consideran estables y de manejo no complejo, se les ofrezca el cambio de centro de control.

Tras la primera reunión de revisión en Contrueces la idea es que "todo va razonablemente bien" y merece la pena seguir con el proyecto porque "ganamos todos: el paciente y el sistema". Una selección de entre 15 y 25 pacientes por cada médico del Centro de Contrueces forman el bloque inicial de descentralizados, "y de ahí iremos progresando", explica Álvaro González Franco. Los pacientes se someten, como ya hacían en su centro de origen, a una punción digital con un coagulómetro portátil. El resultado obtenido en la medición de la sangre es volcado automáticamente en el sistema informático del Servicio de Hematología y los facultativos validan los resultados y revisan las dosis de fármaco a tomar diariamente por los enfermos.

"La población que precisa estos tratamientos va a más y aunque están saliendo herramientas más sencillas para el control, siempre habrá un grupo de pacientes importante que se beneficie de esta medida", indicó el director asistencial. Respecto a los tratamientos nuevos que no requieren tanto seguimiento, González Franco reconoció que "el planteamiento desde el Ministerio de Sanidad es bastante restrictivo", a lo que se suma que Asturias no es de las comunidades que más haya apostado por su introducción, aunque "iremos progresando", admitió.