El hombre acusado de abuso sexual continuado a dos menores de edad que padecen una minusvalía psíquica ha sido condenado a un total de 18 años de prisión, además de una orden de alejamiento y comunicación con las víctimas y el pago de 3.000 euros en concepto de indemnización a cada una, han confirmado a Europa Press fuentes jurídicas.

En concreto, la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón le condena a nueve años de cárcel por cada uno de los dos delitos de abusos sexuales continuados, y la prohibición de acercarse a las víctimas a menos de 500 metros o de comunicarse con ellas por el tiempo que dure la condena.

La condena coincide con la petición fiscal, excepto en la indemnización, que se eleva de los 2.000 que pedía el Ministerio público a los 3.000 euros que fija la sentencia por cada una. La acusación particular, en este sentido, representada por la abogada Ana María González, de la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas (CAVAS), había solicitado diez años de cárcel por cada delito y una indemnización de 10.000 euros, además de que se aplicara una medida de libertad vigilada tras el cumplimiento de la condena por un periodo de seis años.

"COMO UN PADRE"

La defensa , por su lado, había pedido la libre absolución de su cliente. El acusado, que en el juicio reconoció que les había mandado mensajes al móvil subidos de tono pero en broma, llegó a alegar que quería a las niñas "como un padre" y negó los hechos. Asimismo, rechazó que hubiera entrado en la casa cuando no estaba la madre de una de las menores discapacitadas -actualmente ya mayor de edad--, con la que guardaba una relación de amistad.

Las víctimas, por su parte, que declararon ocultas tras un biombo para no ver al acusado en la primera sesión del juicio, se ratificaron en su denuncia. Fueron las educadoras del centro especial al que acudían quienes dieron la voz de alarma, al relatar la más mayor lo que hacía con su 'amigo'. El juicio continuará este próximo viernes, cuando se dará lectura a las conclusiones del caso.

Según el relato mantenido por la Fiscalía, supuestamente, al hombre le unía una relación de amistad con la madre de una de las menores y pudo acceder al domicilio en al menos tres ocasiones, durante los primeros meses del año 2015. La menor, nacida en 1997, se encontraba sola cuando acudía el hombre al domicilio, del que tenía la llave. Este aprovechaba el conocimiento de las costumbres familiares para acceder a la vivienda.

El hombre supuestamente mantuvo relaciones sexuales completas con la misma de forma reiterada, al menos en tres ocasiones, para lo que se valió de la minusvalía psíquica que sufría la niña, que le impedía conocer y consentir el alcance del acto sexual. El procesado, durante el mismo periodo, mantuvo relaciones sexuales al menos en dos ocasiones con otra menor, nacida en 2000, amiga de la otra víctima, la cual accedió ante el temor a que este se enfadara y tomara represalias contra ella.