En el último día de Antroxu, el cielo se adelantó a las plañideras. Gijón amaneció con una insistente lluvia, preludio del temporal que azotó la región, y que hizo que el principal acto mañanero, la muerte de las sardinas, tuviera que suspenderse.

"Paca y Tola" murieron en la intimidad tras una "vorágine de fiesta y desenfreno". Como indicaron distintas fuentes, las populares mascotas fueron "vistas en una conocida sidrería de la ciudad, durante la cena, dando cuenta del menú de Antroxu", tras lo que varios testigos aseguraron haberlas visto "de madrugada bailar hasta el amanecer en uno de los locales de moda del centro de la ciudad". Su chófer, el famoso Don Hilarión, aseveró, apenado, que "nunca vi nada igual, estaban tan frescas, vivitas y coleando, no olvidaré nunca sus últimas palabras: 'Gijón me mata, Gijón me mata'".

Después de un final como este, "Paca y Tola" merecían un homenaje como el que, horas más tarde recibieron. A las 17 horas, sus cuerpos presidían ya el escenario situado en pleno Paseo de Begoña, donde la Compañía Escenapache animó la espera, a ritmo del "Mamma Mía" de "ABBA" cantando "Paca y Tola, este año son dos, jamás se vivió algo así en Gijón".

A su vera, las plañideras no dejaban de llorar "¡qué pena tan grande", "siempre se van las mejores" o "no se merecían un final así", fueron las frases más escuchadas en el último desfile de las sardinas siamesas, ya únicamente de cuerpo presente, embutidas en una lata en la que a duras penas cabían ambas y acompañadas de un gran ramo de flores.

A su llegada a la Plaza del Marqués, el cortejo fúnebre apenas tenía ya lágrimas que llorar. Las últimas, estaban reservadas para la lectura del testamento de las sardinas. Un texto que empezó con un recuerdo al "padre Fernando Fueyo, también conocido como El Defenestrado", porque "Paca y Tola" eran "pescados rojiblancos" que van a "rendir mi raspa ante el 'Altísimo', es decir, Traoré".

"¡Esti ayuntamiento tien superávit!", anunciaron, "sobren-i les perres", gracias a "una alcaldesa que no gasta ni bromes". En el Principado, el recuerdo fue para Javier Fernández, que "ye al revés que la sidra: sabe mejor cuando pasa el Pajares". Tampoco se olvidaron de "la infanta Cretina", "toda la vida pensando que la faltosa era la otra y la que no se enteraba de nada era esta", en referencia al Caso Noos.

Otro ilustre de la ciudad, Rodrigo Rato, puede ir a la cárcel "si el juez en vez de fallar se equivoca" y a Trump le recordaron que "si te presta hacer un muro, que sea como el de San Lorenzo".

No se olvidaron tampoco "Paca y Tola" de "un país en que las mujeres siguen siendo torturadas, amenazadas y asesinadas sin que nadie haga nada para acabar con este genocidio", ni de un "Gijón que siempre fue asilo de refugiados".

Para terminar diciendo que "con lo del impuesto de sucesiones igual os salía más rentable que no os dejara nada", aunque todo merece la pena porque "¡Xixón, muero por tu Antroxu!".