Los bomberos del Ayuntamiento de Gijón partieron esta mañana de las instalaciones municipales de Tremañes para protagonizar la Carrera Ciclista de Bomberos Gijón que en su primera edición pretende celebrar de una forma deportiva la festividad de su patrón San Juan de Dios el próximo 8 de marzo. Una marcha que tiene también su lado más sentimental pues sirve como homenaje a los dos compañeros fallecidos en 2005, José Antonio Regueiro y José Ramón Bulnes.
Esta prueba deportiva que consta de 45 kilómetros de recorrido, con salida desde la sede en Tremañes, está organizada íntegramente por el cuerpo municipal de bomberos y busca "dar visibilidad al cuerpo, celebrar de una forma deportiva nuestra festividad y recordar a nuestros compañeros fallecidos", señaló instantes antes de la salida Adolfo Celorio, bombero y uno de los organizadores, en colaboración con el Ayuntamiento de Gijón, de esta primera edición que congregó a más de 100 participantes en la salida.
"La iniciativa está abierta a todo el mundo, no sólo bomberos, pero establecimos un límite este año para poder gestionarlo mejor", apunta Celorio que ya idea nuevas modalidades para futuras ediciones. "Queremos hacer una práctica deportiva cada año, en esta ocasión ha sido ciclismo pero pensamos en atletismo o una exhibición para otras ediciones", añade Adolfo Celorio.
El recorrido de 45 kilómetros transcurrirá íntegramente por el concejo de Gijón y tendrá una exigencia media para los participantes. Además se realizarán agrupamientos y, advierten los organizadores, "se respetará en todo momento el espíritu de marcha", una indicación que en la salida recordaron al anunciarles que "esto no es una carrera". A medio camino se parará para efectuar un avituallamiento y agrupamiento de todos los participantes. La cita concluirá junto a la pista de atletismo de Las Mestas a las tres de la tarde.
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Homenaje a dos compañeros muertos
El recorrido tiene una parada especial en la parroquia de Fano, en el lugar en que se encuentra la placa homenaje que la Asociación de Vecinos de Fano instaló en honor de los dos bomberos muertos en acto de servicio en diciembre de 2005. José Antonio Regueiro, de 38 años, y José Ramón Bulnes, de 59, acudían a apagar un fuego a una cabaña de fin de semana en Fano cuando el vehículo, una bomba ligera, se precipitó por un terraplén de 200 metros, del alto de las Cruces después de perder la estabilidad y quedar sin control. "A todos los que tuvimos la suerte de trabajar con ellos siempre estarán en nuestra memoria pero con este acto queremos hacer partícipes a todos aquellos compañeros que han ingresado en el cuerpo después de aquel fatídico día y entre todos rendirles un pequeño homenaje", explican desde la organización.
