"La hematología es quizá la especialidad médica en la que ha habido, en los últimos años, mayor explosión de fármacos nuevos para enfermedades que llevaban tiempo sin que hubiera grandes avances, ni tuviéramos mucho que aportarles a los enfermos. Ahora es todo lo contrario, hay muchos caminos abiertos y mi opinión es que el tratamiento de las enfermedades de la sangre, especialmente los cánceres como linfomas, mielomas o leucemias, va a convertirse en el gasto número uno en la farmacia hospitalaria, por encima de la oncología".

Carmen Fernández, jefa del servicio de Hematología del Hospital de Cabueñes, señaló con esa contundencia los retos de presente y futuro a los que se enfrenta la especialidad. Lo hacía minutos antes de que comenzara en Gijón la X reunión de la Sociedad Asturiana de Hematología. Retos que se traducen en mayores costes sanitarios en terapias que "dan más vida y años a muchas personas. Y eso, a la vez, lleva implícito también más gasto al prolongarse los tratamientos. Esa cronicidad del cáncer es un reto para el sistema, para la sostenibilidad y para quienes trabajamos en la sanidad", añadió Fernández.

Esa realidad que describe, que ya se vive en los servicios de Hematología, está suponiendo una carga mayor de trabajo por el volumen de pacientes crónicos que les suman, por la necesidad de actualización constante de los profesionales, y por el compromiso que implica para moverse en márgenes de sostenibilidad y eficacia.

En el caso de Cabueñes, una de las líneas de trabajo en las que está metido el servicio es el desarrollo del registro oficial de mielomas. Una herramienta que busca tener más clara la información y el abordaje de una patología de peso como es ésta: un tipo de cáncer medular que hace años era incurable y cuyas posibilidades terapéticas eran escasas, y que ahora es casi una enfermedad crónica con alta supervivencia. "Nos parecía una necesidad saber la incidencia de los mielomas y tener cuantificado lo que representan para nuestro trabajo, ya que hay muchos datos contradictorios", explicó la hematóloga de Cabueñes Esther González, presidenta de la Sociedad Asturiana de la especialidad.

Cabueñes es el único hospital que actualmente está incluyendo pacientes en dicho registro y ya llevan inscritos 117 casos, todos de pacientes en tratamiento, menos dos. "Llevamos muchos, pero creemos que hay más", indicó la experta. Sólo de los últimos cinco años hay 87 diagnósticos. Se estima una entrada de 15-16 detecciones por año en el área V. "Está claro que es una incidencia alta. El mieloma múltiple es la segunda neoplasia hematológica por frecuencia y la edad de aparición en nuestro caso se sitúa en los 69 años; sólo un 15% de los casos se diagnostica antes de los 50 años", añadió. El interés por el registro está en la posibilidad que abre "de saber datos epidemiológicos concretos, de recursos que consumen los pacientes, tiempo de superviencia libre de progresión, cuál es el tratamiento de primera o segunda línea... y en ello estamos, aunque es complejo", comentó Esther González.

Para algunos enfermos con mielomas Cabueñes está, además, en líneas punteras de trabajo, con ensayos clínicos que suponen facilitar tratamientos a pacientes "que de otra forma no tendrían fácil".