La idea era sustituir a partir de junio las 840 cabinas telefónicas que había en Asturias por nuevos modelos. Se hablaba de 1.500 millones de pesetas de inversión y lo contaba el responsable de Telefónica en el IV Salón de la Informática y Telecomunicaciones del Cantábrico (SITEC-92) que estaba teniendo lugar en el recinto de la Feria de Muestras. Una novedad era que se había celebrado una videoconferencia desde Gijón con la sede central de Telefónica en Madrid, y otra la red que se había hecho entre 30 ordenadores.