Un sí a la ropa y el calzado, incluso deportivo, a las muletas, sillas de ruedas, audífonos, medicamentos, reparaciones de albañilería, fontanería o carpintería, electrodomésticos de gama blanca, o equipamientos del hogar... Un no a las cortinas, los robots de cocina, secadoras, planchas del pelo, ordenadores, máquinas de depilar, gafas de sol... Los responsables del diseño de la nueva renta social municipal han puesto sobre la mesa de los ediles de la Corporación, que hoy están convocados para hablar del tema, un primer borrador del catálogo de productos que se pagarían a los beneficiarios de esta renta.

El nuevo programa municipal tiene dos líneas de atención: una ayuda mensual a quienes no tenga "nómina" de otras administraciones y unas ayudas finalistas, destinadas a la compra de productos básicos para quienes sí gozan de este tipo de ingresos, fundamentalmente el salario social del Principado. Para ellos está pensada esta lista de la compra. En ambos casos, las aportaciones municipales buscan garantizar unos ingresos mínimos mensuales que van de los 665,64 a los 1.125 euros, según el número de miembros de la unidad familiar y los menores de 14 años que la integren. La ayuda de la Fundación Municipal de Servicios Sociales sería la diferencia entre los ingresos de la unidad de convivencia y ese mínimo mensual que se fija en las bases de la convocatoria.

El catálogo de productos a pagar con esos fondos municipales se organiza en nueve familias: ropa y calzado, equipamiento deportivo, medicamentos de carácter esencial, material oftalmológico, material audiológico y odontológico, material ortopédico, reparaciones para la vivienda habitual, electrodomésticos y mobiliario básico y equipamiento del hogar. Siempre con limitación. Por ejemplo, el gasto por gafas no podrá exceder de los 150 euros por persona y con muchas restricciones para las gafas de sol, progresivas o de más de 8 dioptrías. La horquilla en electrodomésticos va de los 400 a los 100 euros, según sean grandes o pequeños, pero eliminando toda la gama marrón -ordenadores, sonido, imagen, telefonía...- y las piezas de la gama blanca que no se consideran básicas. Desde planchas del pelo a secadoras. En mobiliario se excluyen las piezas de decoración y en material deportivo lo que no sea equipamiento personal.

Los medicamentos que se financien deben tener prescripción facultativa y se hace especial hincapié en apoyar el acceso a, además de gafas, audífonos, ortodoncias, prótesis, muletas, sillas de rueda... Además de compras para las personas hay partidas destinadas a la mejora de las condiciones de vida con reparaciones o adquisiciones de materiales para la vivienda habitual.

Estas compras, a partir de un proyecto de la Unión de Comerciantes, se gestionarán con un sistema informático en el que las facturas van directamente del comerciante a Servicios Sociales y el beneficiario se identifica con su tarjeta ciudadana y unos códigos personalizados. No hay dinero.