Los tres "ultraboys" acusados de atentar contra dos agentes de la autoridad que les quisieron identificar antes del partido del domingo ante el Deportivo fueron puestos en libertad con cargos ayer después de prestar declaración ante el juez y a la espera de que se celebre el juicio correspondiente. Los presuntos autores de un delito de atentado contra la autoridad, dos hombres con antecedes relacionados con temas deportivos y una mujer sin ellos, negaron los hechos. Incluso uno de ellos negó haber estado presente en el incidente que terminó en agresión.

Los ultras rojiblancos salieron del Palacio de Justicia encapuchados y sin que se les pudiera ver el rostro. Contaron para ello con la ayuda de otros miembros de su agrupación que aguardaron más de tres horas a la puerta del juzgado a que prestasen declaración. Incluso se sirvieron de un paraguas para garantizar el anonimato de los implicados. Los tres salieron en libertad con cargos después de estar en los calabozos desde el domingo.

Los hechos ocurrieron a raíz de una trifulca ocurrida al mediodía del domingo en el parque Isabel la Católica antes del partido de fútbol que enfrentó al Sporting y el Deportivo de La Coruña en El Molinón. Las investigaciones policiales permitieron identificar a varios de los ultraboys presentes en el suceso. Dos agentes de paisano requirieron la documentación a varios de ellos y, al identificarse como policías, los acusados tiraron al suelo a uno de los funcionarios y salieron corriendo para intentar evitar su arresto. Agresiones que acabaron con los dos agentes con un parte por magulladuras.