Luis Cabanas, director ejecutivo del área de empresas de Caixabank, desgranó ayer en Gijón los datos más relevantes de una entidad que ya es la primera opción para el 17,5% de las firmas españolas. "El 45% de las empresas del país trabajan con Caixabank", señaló Cabanas, quien vinculó este éxito a un modelo basado en "proximidad, especialización y soluciones financieras sencillas".

El alto cargo del banco, que estuvo acompañado del director territorial de Caixabank en Asturias, José Manuel Bilbao, hizo estas declaraciones durante un desayuno en el que participaron un centenar de empresarios, para debatir sobre las perspectivas económicas de un año cargado de incertidumbres a nivel global.

De desgranar los hitos de la economía mundial y de dibujar a la vez un escenario de previsiones de mejora "con riesgos a la baja derivados de un entorno de mayor incertidumbre" se ocupó Claudia Canals, economista del área de Planificación Estratégica y Estudios de Caixabank, quien auguró un buen año 2017 para España, con un previsible crecimiento del 2,6%, aunque inferior al 3,2% del ejercicio precedente.

Canals se refirió al escenario de la política norteamericana, donde se prevé un programa de expansión fiscal con efecto moderado sobre el crecimiento y con posibles tensiones inflacionistas, recordando que cualquier previsión es aventurada hasta que se conozca si se llevan a efecto las medidas más controvertidas de las anunciadas por la administración Trump.

Respecto a las perceptivas económicas de la eurozona, la economista de Caixabank reconoció la "incertidumbre política" que planea sobre el continente a cuenta de los las elecciones que se celebrarán este año en algunos de los países que son locomotora de la UE, como Francia y Alemania, a la vista del crecimiento en intención de voto de la extrema derecha, lo que conllevaría políticas proteccionistas y nuevas tensiones dentro del eurogrupo, que aún desconoce las consecuencias de la aplicación del "Brexit".

Sobre la evolución de la economía española, Canals subrayó que 2017 se presenta como un año de crecimiento "que seguirá siendo vigoroso y notablemente superior al de la mayoría de los países desarrollados, a pesar de la desaceleración moderada con respecto a 2016". Tras reconocer que los "vientos de cola" que han sustentado el crecimiento de la economía "irán perdiendo fuelle", la experta avanzó que seguirán los efectos positivos de los ajustes estructurales realizados, y que han ocasionado ganancias de competitividad, el reequilibrio del sector inmobiliario y un sector bancario saneado.