De denunciar en redes sociales y medios de comunicación que recibió una brutal paliza de dos agentes de la Policía Nacional -uno de ellos ya fallecido- a reconocer ayer ante el juez que igual hirió a uno de ellos por culpa de "una patada fortuita fruto de la inercia de la pelea". El juicio contra Rafael Torres, batería del grupo musical "La La Love You", por un delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro de lesiones quedó ayer visto para sentencia con la petición de tres años de cárcel.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 26 de octubre de 2014 en la calle Rodríguez San Pedro, en la zona de Fomento, después de que el encausado participase con su grupo en un concierto en Gijón. Dos agentes vestidos de paisano, y que exhibieron sus placas, le requirieron que se identificase, un ruego ante el que Rafael Torres abandonó el lugar a la carrera. Al ser interceptado -los agentes salieron tras él- propinó una patada en la boca que le saltó dos dientes y patadas en la mano derecha y piernas del otro funcionario. Una secuencia de los hechos que el batería trató de tergiversar en redes sociales.

Rafael Torres sostuvo entonces que "se me acercan dos hombres como lobos, a muerte; uno de ellos tenía sangre en la boca. Yo no sabía lo que pasaba y me asusté mucho. Me empezaron a pegar y me decían 'para qué huyes, mira lo que me has hecho'". Denunció los hechos pero la justicia le fue esquiva y tuvo que asumir este juicio que se inició el pasado 29 de noviembre de 2016 y que ayer se retomó en el Juzgado de lo Penal número 1.

La defensa del músico, dirigida por la letrada Eva García Romano, presentó unas imágenes de vídeo como prueba de los hechos pero en las que "poco se puede apreciar" en palabras de la acusación particular que lleva a cabo la abogada Silvia Garrido Galindo.

Durante la primera parte del juicio, el acusado declaró que "pensé que eran chungos o traficantes". No obstante, ayer, reconoció que "por la inercia" del forcejeo igual "una patada fortuita" impactó contra el agente. El juicio quedó visto para sentencia y el artista se enfrenta a una pena de tres años de prisión y una multa de 7.800 euros en concepto de indemnización.