Se mostró tranquila y serena, pero ello no le quitó ni un ápice de rotundidad a las palabras de su alegato final. "Soy inocente", clamó ayer Dulce Gallego, exconcejala socialista, en la última sesión del juicio por el caso EMA, en el que la Fiscalía pide para ella y para el ingeniero Luis Alemany dos años de cárcel por supuestas irregularidades en la adjudicación de contratos de obras en el seno de la Empresa Municipal de Aguas (EMA) cuando Gallego era su presidenta y Alemany su gerente. La exedil denunció que este proceso "injusto" -tal y como lo tildó su abogado José Carlos Álvarez- ha afectado "a mi familia, salud, honorabilidad y estima profesional". Y acusó a la acusación particular de "mala fe" y de basarse en "informes contaminados".

Dulce Gallego fue la única que hizo uso del derecho de los acusados a decir unas últimas palabras antes de que el juicio quede visto para sentencia. Alemany no pronunció palabras, al igual que ninguno de los otros tres encausados, que eran responsables de las empresas que, según la acusación, se beneficiaron de las adjudicaciones presuntamente irregulares de la EMA. Para éstos - José Luis González Muñiz (exgerente de Suymcoplas), y Jaime Martín García y Javier Fernández Balseiro (exdelegados de Aldesa en Asturias)- la Fiscalía pide cuatro años de prisión por tráfico de influencias y fraude y exacciones ilegales. Las defensas de todos los acusados reclaman la libre absolución al entender que no existieron las irregularidades en las adjudicaciones que mantienen tanto la Fiscalía como la acusación particular, ejercida por los actuales gestores de la EMA, dependientes del gobierno local de Foro Asturias.

En su alegato final, más largo de lo que acostumbran a ser en otros juicios, Dulce Gallego defendió la gestión de la EMA en los años en los que la presidió, cuando había un gobierno local socialista. De hecho, la exconcejala habló de que era una "empresa ejemplar" y "la joya de la corona" dentro del ámbito de las entidades municipales. Asimismo, puso en valor la gestión del otro acusado, Luis Alemany, "un funcionario de prestigio y una garantía de una visión pública de gestión". Características que, según agregó, tal vez hicieran que "fuera un estorbo" para el gobierno local de Foro, quien lo destituyó tras criticar insistentemente su gestión, además de llevarle a los tribunales en varios procesos, incluido éste.

No fue el único ataque que hizo Gallego al actual gobierno local forista de Carmen Moriyón. La exconcejala recordó que en sus cuatro años de gestión de la EMA "no cobré ni un euro", poniendo el enfásis en una dedicación absolutamente desinteresada y contraponiéndolo al cobro de retribuciones por parte de concejales de Foro después de que llegasen al poder. Asimismo, Gallego incidió en que la gestión de la EMA estaba sujeta a un duro sistema de control que "no ha cambiado ni un ápice" con Foro.

El magistrado titular del juzgado de lo penal número dos de Gijón dejó el caso visto para sentencia, no sin antes realizar un turno de agradecimientos dirigidos a las diferentes partes. Ahora sólo resta saber si él también ve, como la Fiscalía, que las empresas implicadas se beneficiaron con contratos adjudicados irregularmente o si considera, como las defensas, que se trata de una falsa acusación con dosis de "mala fe" política.