El talento joven tiene premio. Rocío Díaz, graduada en Ingeniería Química, y el ingeniero industrial Fernando González recibieron ayer los Premios Fin de Carrera otorgados por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales del Principado de Asturias, unos galardones que se convocan precisamente para dar visibilidad al talento de los nuevos graduados en sus respectivos campos de trabajo. Los proyectos cada vez están más centrados en los últimos años en la innovación y la aplicación práctica en las empresas, como apuntó el director de la Escuela Politécnica de Ingeniería, Juan Carlos Campo. Y buen ejemplo de ello son los galardonados de este año.

Además de entregar los galardones, ayer también se puso de largo una iniciativa novedosa para crear un punto de encuentro entre la Universidad y las empresas punteras en el campo de la innovación. El ciclo "Industria 360" llevará a la Escuela Politécnica de Ingeniería a numerosos emprendedores que mostrarán a profesores y alumnos sus últimos avances en la industria 4.0. "El desarrollo está basado en la industria, y la titulación de Ingeniería Industrial participa en todas las innovaciones que hacen a las empresas cada vez más competitivas, y queremos propiciar ese encuentro", indicaba ayer el decano del Colegio, Esteban Fernández. El primer ponente en esta serie de jornadas fue ayer José Luis Flórez, director ejecutivo de la empresa Dive.

En cuanto a los premios, en la categoría del ámbito industrial el galardón fue a parar a manos de Rocío Díaz, llanerense de 24 años, que ha centrado su investigación en la optimización de las etapas de evaporación y secado para la producción de leche en polvo en la empresa Reny Picot. Graduada en Ingeniería Química Industrial, Díaz ha cursado el máster en Ingeniería Industrial y actualmente está haciendo el doctorado. En su proyecto fin de carrera "estudié del proceso de obtención de la leche en polvo con el objetivo de realizar los cálculos y balances de energía para ver dónde se producen las principales pérdidas y proponer mejoras al proceso, de manera que mejore la producción", explicaba ayer tras recoger el premio.

Así, cuatro meses de trabajo en la planta de Reny Picot en Navia le han servido para ayudar a la implementación de la automatización en el proceso productivo de la leche en polvo. O lo que es lo mismo: "ayudar a producir más y mejor".

El galardón "Rafael Belderrain" fue para Fernando González Hernando, graduado en Ingeniería Industrial en la Politécnica de Gijón, quien ya había resultado ganador de la quinta edición del "Concurso al Mejor Proyecto de Fin de Carrera sobre Movilidad Sostenible", organizado por la Fundación Renault para la Movilidad Sostenible entre todas las Universidades de España.

El trabajo del gijonés fue desarrollado como Trabajo Fin de Máster del Máster Universitario en Ingeniería Industrial, con Manuel Arias Pérez de Azpeitia, profesor del Área de Tecnología Electrónica de la Universidad de Oviedo como tutor.

El proyecto de Fernando González se titula "Diseño y validación de bobina para carga dinámica sin contacto", un proyecto cuyo objetivo es el diseño de un acoplamiento magnético para la transferencia dinámica de energía sin contacto a un vehículo terrestre guiado, en este caso aplicado al ferrocarril. El sistema, de esta manera, deberá ser capaz de entregar al vehículo la energía necesaria para su desplazamiento de la forma más eficiente posible.

El proyecto Dive

Tras la entrega de galardones José Luis Flórez expuso la experiencia de su empresa Dive, totalmente asturiana y que en la actualidad da trabajo a 70 personas de perfiles diversos: desde matemáticos hasta diseñadores gráficos. Es la suya una compañía basada en la innovación, toda vez que ofrece a los consumidores un producto audiovisual enriquecido: a golpe de mando a distancia se puede saber qué ropa llevan los protagonistas, dónde se han grabado las escenas o la biografía de los actores.

Y no sólo eso: también es posible comprar esa ropa, de la marca auténtica o de otra marca más asequible; o viajar al destino de la serie o película con ofertas de empresas de viajes, o incluso encargar el menú que están comiendo los actores en escena a una empresa de comida rápida del barrio.

Todo eso y mucho más se puede hacer con la aplicación para teléfonos y televisores inteligentes desarrollada por Dive, que ya ha "enriquecido" más de 2.600 títulos entre películas y series, con más de 90.000 objetos identificados para su compra y cerca de medio millón de piezas de información asociadas a películas. "Pero no nos basamos en la mercantilización, lo que prima es responder a la curiosidad de los espectadores de forma muy rápida", sostuvo en su intervención Flórez, matemático de formación.

El empresario apostó además por "la formación como base para todo", porque "es muy importante para tener ideas que sean diferenciales, y después es cuando llega el trabajo; la formación es irrenunciable aunque muchos de los modelos parece que nos dicen que sólo hace falta una idea brillante", insistió.

Del mismo modo señaló cómo "hay mucha capacidad en la región para desarrollar proyectos muy competitivos en el ámbito internacional", antes de "desmitificar la figura del emprendedor, hay una cierta sobreventa y parece que tienes que serlo sí o sí y no es cierto". Y como ejemplo, citó su experiencia, de la que "aún no sabemos si será un éxito o se quedará en lo que es hoy en día".