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Mercedes, la alegría de la huerta

Una vecina de Porceyo de 84 años recibe la distinción de las vocalías de la mujer rural

Mercedes Menéndez, en su casa de Porceyo. JUAN PLAZA

Mercedes Menéndez, de 84 años, recibirá hoy el homenaje a la mujer rural organizado por las vocalías de la mujer de las parroquias gijonesas. A propuesta de sus vecinas de Porceyo, y por unanimidad del resto de integrantes de las vocalías, el de Mercedes será el reconocimiento a toda una vida de trabajo anónimo en la casería familiar y en la huerta en la que aún hoy sigue cultivando, pero también una forma de devolver tanta entrega como ha tenido Mercedes para su entorno. "Siempre participa en todo lo que se organice en el pueblo, especialmente la vocalía, siempre colabora con todo y se puede contar con ella siempre", explica Ana Rivero, de la vocalía de Porceyo. Y ahora, después unos meses de altibajos y tristezas familiares, "bien merecía una alegría", añade.

Nacida y casada en Fresno, Mercedes vivió en dicha parroquia gijonesa hasta que en el año 1966 se separó. "Fui una pionera", reconoce con una sonrisa, porque "entonces no había divorcio, sólo separación de los bienes". Fueron los años en los que también su familia sufrió la expropiación para la ampliación de Ensidesa, que les dejó sin la casería en la que había vivido hasta entonces. "Buscamos una zona rural para vivir después de dejar Fresno y en el año 1968 nos trasladamos a Porceyo, donde compramos una casina", explica. Llegó a su nuevo hogar "con mi madre y un hermano discapacitado, de los que me hice cargo", señala. Para entonces "ya no teníamos mucho ganado, sólo algunos animalinos pequeños y la huerta que seguí cultivando".

En el año 70 "conocí al que luego fue mi marido", del que ha quedado viuda hace nueve meses. Su vida desde entonces ha transcurrido sola en Porceyo, donde sigue manteniendo su rutina de trabajo diario "en el huertín y con unas gallinas", después de que tanto su madre como su hermano fallecieran hace unos años.

Abrumada por el reconocimiento que recibirá hoy, afirma entre bromas que "tenían que haber escogido a otra con más méritos", pero se muestra "encantada, es un honor". Hoy será agasajada con una cena en el restaurante de la Carbayera de Granda, a la que está previsto que asistan la alcaldesa y representantes de la Oficina de Igualdad, la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural Les Caseríes y representantes de las vocalías de la mujer de la zona rural. Un día de fiesta para celebrar el trabajo de toda una vida.

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