Ya no saben dónde buscar. Mecánicos y expertos de la Cepesma llevan dos días desmontando la furgoneta en la que apareció el miércoles una serpiente, que se ha convertido en el reptil más famoso de Gijón desde que, supuestamente, accedió al coche por un conducto de ventilación. Después de rebuscar por cada recoveco y hasta ponerle un ratón como cebo, muchos comienzan a pensar que el ofidio escapó por su propia voluntad. O que está a dieta blanda.

"Todos los conductos de ventilación desembocan en el filtro del aire, lo desmontamos y nada, arranqué el motor y tampoco, no aparece", asegura el experto en reptiles de la Cepesma Alberto Riesgo, que ayer empleó varias horas -hoy retomarán la búsqueda- en encontrar a una serpiente de 30 centímetros y "un dedo de grosor", según la descripción del conductor que la vio que, además, se inclina por una especie concreta. "Culebra lisa europea". "Le enseñé fotos y duda entre esa y la víbora de Seoane, que de crías son parecidas; yo sin verla no puedo saberlo", explica Riesgo. Si fuera una cascabel igual aparecía antes.