Dos decenas de obras de distintas disciplinas (pintura, pero también escultura y dibujo) proponen desde ayer una pertinente reconstrucción: el mundo familiar de uno de los grandes artistas asturianos de todos los tiempos, el gijonés Evaristo Valle (1873-1951).

La exposición, comisariada por Gretel Piquer, lleva el título "Evaristo Valle en familia" e incluye, junto con trabajos del pintor, piezas de Juan Martínez Abades, Nicanor Piñole, Mauricio Tamargo, Eduardo Pons y Ginestet, Antonio Luis, Manuel Hernandez y Joaquín Rubio Camín.

La exposición, que se inauguró ayer, supone una "excelente muestra de la vocación de mecenazgo, coleccionismo e inquietud artística de María Rodríguez del Valle", según los responsables de la Fundación Evaristo Valle. Una inquietud que aquélla heredó a través de cuatro generaciones y tres sagas familiares: los Suárez Quirós, los Valle y los Rodríguez.

Gretel Piquer, notable especialista en la vida y en la obra de Evaristo Valle, recuerda que fue la citada María Rodríguez del Valle, sobrina del pintor gijonés, quien comenzó a guardar y ordenar la diversa documentación familiar que apunta a una querencia arraigada por el arte y sus manifestaciones. Y rescata una explícita recomendación de aquélla a los que vengan detrás: "No rompáis la tradición, podría ser importante. ¡No todo lo que brilla es dinero! El arte, la bondad, la unión familiar, el pasar privaciones y saber sufrirlas, es lo que hacen los seres superiores. Que no deben estas normas de morir, porque es la gota que formará el sentir de los que vengan después". Fue doña María quien en 1981 dejó estabecida por testamento la constitución de la Fundación Museo Evaristo Valle para mantener vivo el legado pictórico y la memoria intelectual de su tío.

La comisaria de "Evaristo Valle en familia" recuerda que María Rodríguez del Valle tuvo en esa empresa el apoyo de su marido José María Rodríguez. Y cómo éste se carteó largamente con Enrique Lafuente Ferrari, gran biógrafo de Evaristo Valle, a propósito de la genealogía de este último. Y en concreto, de tres familias que confluían en el pintor y en el propio matrimonio Rodríguez: los Suárez Quirós, los Valle y los Rodríguez.

Las obras de esta exposición están datadas entre 1885 y 1979. Hay también fotografías del entorno privado de Evaristo Valle. Y alguno de los no muchos retratos que hizo el pintor, sólo representados en el museo de Somió y en colecciones privadas. Los visitantes a esta curiosa muestra pueden ver así, junto a sus autorretratos, las efigies de la madre y la abuela del pintor, además de otros de algún hermano suyo, sobrinos, primos o del filántropo Florencio Rodríguez. "Excelente muestra de la vocación de mecenazgo e inquietud artística heredada a través de cuatro generaciones familiares", subraya Gretel Piquer.