La Policía Nacional detuvo en la madrugada del pasado viernes a un gijonés de 45 años que trataba de robar en dos locales del centro fracturando el cristal de los negocios. Fue un sereno quien dio la voz de alarma porque había visto a un hombre golpear con una piedra la cristalera de un bar.

Los agentes localizaron al individuo en la calle Capua cuando estaba aporreando el cristal de otro local, y al darse cuenta de la presencia de los agentes, intentó darse a la fuga sin éxito: fue interceptado por los policías que le intervinieron un cuchillo de cocina que guardaba entre sus ropas. Los agentes comprobaron además que los dos bares presentaban daños pero no había podido acceder a ninguno de ellos. El arrestado contaba con 33 detenciones anteriores por delitos contra la salud pública, lesiones y robos.