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"Implantaremos un servicio de atención a migrantes mayores de edad en octubre"

Inocencio Martín, ayer, en su despacho. JUAN PLAZA

- El Hogar San José está celebrando sus 75 años.

-El domingo celebramos la fiesta patronal, donde vienen muchos antiguos residentes que tienen esta cita como un gran día en sus vidas. Tenemos un convenio marco con la administración para tener allí a los menores y esperemos que el nuevo tenga mejores condiciones económicas. El Hogar es bastante más complejo que tener a chavales internos, hay que hacer programas de reconducción familiar, de inserción laboral y social, pisos de menores, diversificar según necesidades concretas de los chavales, reorientarlos a su familia, cuando se puede. Es complejo y porque son situaciones difíciles y duras.

- ¿Es la labor que mayor implicación requiere?

-Tenemos 44 chavales y 42 educadores. Son 365 días al año las 24 horas al día. El dato lo deja claro.

- ¿Qué encaje tiene el proyecto "Hospitalidad.es" para migrantes y refugiados en el Hogar San José?

-Trataríamos de detectar a aquellas gentes, mayores de edad, que estén fuera de toda cobertura social, tanto administrativa como de cualquier organismo. Personas que son, digamos, un poco invisibles porque no tienen papeles, viven de forma clandestina o que no se dan a conocer por miedo a ser expulsados. ¿Cómo llegar a eso? Pretendemos que en nuestros colegios, parroquias, profesores y antiguos alumnos sepan que hay un lugar donde pueden vincular su trabajo con la acción social y acompañarles en su vida. Será un lugar de encuentro, en El Natahoyo. No quiero ir precipitadamente, hemos tenido consultas apostólicas y ya hay una comisión trabajando para que en septiembre u octubre presentemos el programa completo.

- ¿Algo perfilado ya?

-La clave de lo que quiero es buscar un punto de encuentro, un espacio donde el migrante tenga alguien que le atienda, escuche y preste un servicio. O derivarlo a otros sitios, como Cáritas, si lo que necesita lo prestan otros centros porque no queremos hacer lo que ya hacen otros. Debemos ir por pasos y escuchar a fondo qué realidad y qué necesidades hay actualmente y desde ahí organizar el servicio.

- ¿Tanto refugiados como migrantes en general?

-Los refugiados, hoy por hoy, son los que mejor están tratados. Hay un estatuto de refugiado y tienen su subvención, su casa. En septiembre había dieciocho familias de refugiados y me preocupa más esa gente migrante e invisible.

- ¿En qué momento se encuentra el Revillagigedo?

-No exento de las dificultades por las que pasa la educación y, en concreto, la Formación Profesional. Este es el mejor año en cuanto al número de alumnos. Hemos admitido a 60 chavales, de formación básica profesional, académicamente muy flojos y psicológicamente desmotivados.

- Siempre han tenido fama de exigentes y de apartar al que le costaba estudiar.

-Y así seguimos.

- ¿Cómo casa con estos alumnos de formación básica?

-Con mucha paciencia. No queremos bajar el listón de la exigencia y la disciplina-, administrándola con paciencia y tenacidad.

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