A la espera de dar luz verde en unos días a la renta social, a la Fundación Municipal de Servicios Sociales se le ha colado por el camino un problema con el servicio de ayuda a domicilio. Un problema tan importante que supondrá licitar por la vía de urgencia un contrato complementario al actual que permita garantizar la atención a todos los usuarios hasta octubre de este año. El nuevo contrato tiene un coste estimado de 748.488 euros por 45.000 horas de servicio. La edil de Bienestar Social, Eva Illán, presentaba ayer el contrato a votación en una junta rectora extraordinaria. La propuesta salió adelante con el apoyo de IU y Ciudadanos. El PSOE se abstuvo y no estuvieron presentes PP y Xixón Sí Puede.

A lo largo de 2016, el servicio de ayuda a domicilio atendió a 1.624 personas. De hecho es uno de las atenciones sociales más demandadas en Gijón, con una población cada vez más envejecida, y con mayor dotación presupuestaria. El contrato en vigor se puso en marcha en 2012 con una dotación global de 20 millones de euros para sus cuatro años de vigencia (dos años iniciales y las prórrogas). Ganaron Azvase y Eulen. La adjudicación quedó en suspenso durante un tiempo por la interposición de un recurso contencioso administrativo de una de las licitadoras lo que generó, en las explicaciones que ayer se dieron un desfase en los cálculos que se tiene que compensar en este tramo final.

Curiosamente, este ajuste del contrato llega en pleno debate político y técnico sobre la posibilidad de remunicipalizar el servicio. Hoy hay reunión de la comisión que analiza el tema.