David Ordóñez Solís, nacido en Aller hace 55 años, se licenció en Derecho en la Universidad de Oviedo y ejerce como magistrado de lo contencioso - administrativo en un juzgado de la capital asturiana. Es miembro del Team Europe de la Comisión y de la Red de Expertos en Derecho de la Unión Europea del Consejo General del Poder Judicial de España. Hoy miércoles 22 de marzo y mañana jueves 23, impartirá el curso "Tribunales y Deporte", en el que llevará a cabo una aproximación de organismos ordinarios de control y un análisis de las decisiones más relevantes dictadas en materia de economía, dopaje y violencia en el deporte.
- ¿Qué temas abordará en el curso?
-Trata de responder a una cuestión básica. El deporte tiene dos componentes, pasión y negocio. Vamos a tratar de examinar todos los problemas del negocio del deporte desde el punto de vista judicial. Todo lo que pueda resolverse en tribunales. Examinar por qué si tenemos un problema de economía lo llevamos a un tribunal deportivo o arbitral y por qué no lo llevamos a los tribunales ordinarios. También se intenta explicar la diferencia entre éstos dos tipos de tribunales.
- ¿Es necesario este tipo de organismos en el deporte?
-De deporte todos opinamos. ¿Cómo no va a haber árbitros para solucionar conflictos si lo que hacemos todos los lunes es opinar sobre lo que pasó el fin de semana en la Liga?
- ¿En qué punto las cuestiones deportivas se judicializan?
-En España cada Federación tiene su propio comité de competición, que es el que juzga todos los lances de juego. Contra lo que se decide ahí está el Comité de Apelación. Si no hay una tercera vía, que es el Tribunal Administrativo del Deporte. Ahí se acaban todas las cuestiones deportivas. Hay una norma del estado de derecho que dice que si tienes algún conflicto el último recurso es ir a un juez. Aquí se plantea un problema porque tradicionalmente las federaciones como la FIFA ven con malos ojos que las cuestiones deportivas se judicialicen. Pocas cosas se dilucidan en el ámbito de la justicia ordinaria, salvo casos muy excepcionales.
- Precisamente la FIFA, que ha estado involucrada en escándalos...
-Sí. Ellos quieren resolverlo desde los tribunales deportivos y eso es bastante controvertido.
- Recientemente se han vivido varios episodios de violencia en el fútbol base, uno en Gijón y otro más grave en Mallorca. ¿Cómo ve que este ultimo caso haya sido llevado al Tribunal Superior de Justicia?
-Esto supera el ámbito deportivo y es absolutamente inadmisible. La justicia deportiva podría expulsar a los padres o a los niños, pero es algo que nos interesa parar a todos. Si lo denuncian al Tribunal Superior de Justicia de Baleares es que quieren que haya una intervención en la vía penal. Creo que tiene que haber una intervención pública, con medidas ejemplares para atajar la violencia en el fútbol base. Los niños van a hacer deporte para formarse y educarse, no para ser millonarios. Es como pervertir los valores de la sociedad. A veces la vía penal no es suficientemente disuasoria y habría que imponer también una multa que haga pensar.
- Incluso batallas entre aficionados, como el que vivimos en 2014 entre ultras del Deportivo de la Coruña y el Atlético de Madrid...
-En ese caso se resolvió por la vía penal. En el momento en el que dejó de intervenir la vía penal, se sancionó de forma administrativa. Les impusieron una pena de 60.001 euros a cada uno de los que participaron. La Audiencia Nacional confirmó que la multa estaba bien impuesta, a pesar de los recursos presentados.
- ¿Y los insultos en los estadios de fútbol?
-Es otro problema. Las federaciones dicen que lo solucionan ellas, pero es un asunto muy serio que puede incitar a la violencia. En este caso la Secretaría de Estado para el Deporte impone una multa de 60.000 euros, que no está mal. A lo mejor por la vía penal hubiesen sido seis meses de trabajos para la sociedad y 300 euros de multa, pero eso no es disuasorio. Muchas veces se plantea la duda de qué vía elegir. La pasión que genera el deporte bienvenida sea, siempre que no supere el límite. Ahora incluso existe un problema con el partido de la Selección española en Gijón de si va a haber racismo. El deporte es una cosa y el negocio es otra. Lo que está claro es que desde el punto de vista deportivo no interesa que haya una intervención de la justicia ordinaria. Pero los deportistas también son ciudadanos y tienen derechos.
- El amaño de partidos es un problema que también está a la orden del día...
-El amaño de partidos, en principio, no puede confiarse a la justicia deportiva. Es algo mucho más grave. Ahora mismo esos temas son competencia de la justicia penal.
- ¿En el caso del dopaje?
-Los deportistas tienen que estar localizables durante todo el año y si no lo están les cae una sanción. Pero hay que tener en cuenta que los deportistas son personas y tienen el derecho a la intimidad. El debate es hasta donde puede llegar el control del dopaje y afectar a los derechos fundamentales.
