"Una figuración libre; me gusta transformar la realidad y llevarla a mi mundo". Así ha definido su pintura, en alguna ocasión, la artista sevillana María Bejarano (1971), de quien se puede ver obra en la galería gijonesa Adriana Suárez desde hoy y hasta el próximo 30 abril.

Bajo el título "Habitar el reflejo", María Bejarano reúne en esta ocasión seis piezas que suponen, a partir de soportes como el metracrilato o el aluminio, una renovación de los tradicionales acercamientos al paisaje urbano. Para la galerista, estas obras de "factura contemporánea" se inscriben en una "tradición de técnica renovada" que tiene que ver con el "retorno". "Se produce en el arte contemporáneo más actual, la búsqueda de la belleza", añade.

A María Bejarano, que ha participado en varios ferias importantes, incluida la madrileña Arco, le gusta experimentar. Estudio Bellas Artes en la Universidad de su ciudad natal y completó formación en Italia y Reino unido. Las ciudades están muy presentes en "Habitar el reflejo". La artista introduce un sesgo onírico en urbes como Madrid, Sevilla, Londres o Venecia. Es una artista multidisciplinar (pintura, claro, pero también escultura, grabado o instalaciones) que en este tipo de piezas ha renovado la antigua técnica de la pintura al óleo sobre cristal, utilizada por ejemplo en la pintura religiosa del siglo XVII. Una técnica que obliga a pintar antes los primeros planos. La autora sevillana emplea acrílicos y esmaltes sobre metracrilato, una variación que ofrece más recursos expresivos.