Fue un encuentro no exento de morbo tras el polémico boicot a Israel aprobado en el Pleno de Gijón -ya revocado-, algo a lo que contribuyó también el potente despliegue de seguridad con el que llegó Daniel Kutner, embajador del Estado hebreo, a su reunión con la Alcaldesa, Carmen Moriyón, aprovechando su visita a la ciudad por el partido que más tarde disputaron las selecciones nacionales de España e Israel en El Molinón. Moriyón y Kutner limaron asperezas tras toda la polémica por la postura pública del consistorio gijonés en torno al conflicto palestino-israelí.

De hecho, la Alcaldesa -cuyo partido, Foro Asturias, se abstuvo cuando se aprobó el boicot, aunque meses después, y ante la celebración del partido de fútbol en Gijón, forzó su revocación- empleó buena parte de la reunión para transmitir al embajador de Israel en España sus disculpas por la repercusión y el cariz que adoptó la polémica por la postura contra Israel del Ayuntamiento de Gijón, impulsada por los partidos de izquierda.

En cualquier caso, Kutner también quiso aprovechar su visita a Gijón para estrechar lazos con Asturias y, de hecho, tras la reunión con Moriyón comió con varios empresarios de la región. "Es la primera visita que he hecho a Gijón y a Asturias así que queremos hablar de otros temas que puedan interesar a Israel y Asturias en el área de la cooperación económica", señaló, a lo que añadió, no sin sorna: "Bueno, eso suponiendo que nos quieran".

Kutner, aún manteniendo un tono de cordialidad, no negó ante la prensa y delante de Moriyón que el boicot plenario sentó muy mal al Estado hebreo. "Fue una decisión que merecía ser revocada. Aunque es una verdadera lástima que fuese tomada en primera instancia", manifestó. Moriyón, por su parte, no quiso tocar el tema ante los medios. "Por favor, por 24 o 48 horas dejemos de hablar de política y hablemos de fútbol y de lo que va a acontecer en Gijón (por el partido disputado después)", expresó la Alcaldesa, que añadió que "siempre puede haber diferencias sobre algunas cuestiones, pero desde el respeto y la necesidad de acercamiento necesario entre todos los pueblos, algo fundamental". El embajador israelí, por su parte, mostró su deseo de "ver un día de fiesta y un gran evento deportivo para beneficio de todos los espectadores israelíes, españoles y asturianos y que sea un día memorable desde el punto de vista deportivo". Eso sí, no se atrevió con una porra para el partido. "Hay dos cosas sobre las que no me atrevo a dictar ningún pronóstico: sobre el clima de Asturias y el resultado; que gane el mejor", bromeó.