Tras el encuentro entre España e Israel, Nuevas Generaciones de Gijón ha reclamado a la "izquierda radical" que "deje de arrogarse el papel de representante de los gijoneses" , después de que tras la manifestación propalestina de ayer uno de sus impulsores asegurara que "los gijoneses quieren el boicot a Israel".

Andrés Ruiz, presidente de los jóvenes "populares" en la ciudad, critica que "pese a que la protesta sólo juntó a poco más de un millar de personas, algunos ya se creen capacitados para hablar en nombre de los gijoneses", al mismo tiempo que reclama "sensatez y sentido de la realidad porque, aunque demos por válidas las cifras infladas que dan los organizadores, su número traducido en votos no supondría ni un concejal en Gijón".

Por ello, Nuevas Generaciones pide a los organizadores de la marcha que "dejen de hablar en nombre de quienes no les han otorgado su representación" y acepten que los gijoneses "son libres de elegir por ellos mismos qué quieren y qué no quieren para su ciudad". "Si los radicales intentan jugar a debatir sobre lo que quieren los gijoneses, ha quedado claro: quieren ver espectáculos deportivos de primer nivel como el España-Israel de este viernes", recalca su presidente.

La organización juvenil de los populares gijoneses también resalta la labor desempeñada por su partido, ya que a su juicio siempre se opusieron a un boicot que "era una vergüenza para nuestra ciudad y que lo fue aún más cuando se supo el rival ante el que se mediría España en El Molinón". "El Partido Popular supo desde el principio que aprobar el boicot era una temeridad y una vergüenza para la inmensa mayoría de gijoneses, por eso nuestro partido se propuso revertirlo con luz y taquígrafos y no de tapadillo con mociones de urgencia de escasa legalidad" afirma Andrés Ruiz.

Por último, también envían un mensaje de agradecimiento a los más de 600 efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a la Policía Local y también a los servicios secretos del Estado de Israel (Mosad) por velar por la seguridad de los gijoneses ante un encuentro que, tras los últimos acontecimientos internacionales, era de alto riesgo. "Al final unos pocos quisieron empañar el disfrute de una ciudad orgullosa de su selección y se han vuelto con las orejas gachas viendo cómo la mayoría de los gijoneses disfrutaron de la "Fan Zone", del encuentro y del pospartido, en democracia quien quiere ser más con menos acaba de esta manera: fracasando contra la realidad de la mayoría" concluye Ruiz.