Desde primera hora de la mañana de hoy, un puñado de vecinos del edificio desalojado por el incendio de la madrugada del viernes al sábado, esperaba frente al inmueble de la calle Caveda. La más de media docena de familias, de nacionalidad rumana, pasó la noche en el Albergue Covadonga o en casa de familiares y amigos y tenían la intención de acceder al edificio para recuperar su documentación y enseres personales.

A media mañana, una unidad de la Policía Local, que había precintado el edificio, acudió al lugar acompañado de los bomberos. Fueron estos últimos quienes accedieron al inmueble para verificar su estado y poder, en caso de que las condiciones de seguridad así lo aconsejasen, acompañar a un miembro de cada familia al interior de sus viviendas.

En un principio, los agentes desplazados, con el beneplácito de los bomberos, habían dado el visto bueno a la operación, que finalmente se truncó debido a que la unidad de la Policía Científica que está investigando el origen del incendio denegó la entrada. La orden está justificada ya que, durante el día de mañana, procederán a finalizar la investigación, tanto ocular como la recogida de pruebas.