Hace décadas había que esperar al nacimiento para ver la cara de los bebés. Hoy en día casi se puede uno hacer una idea de los rasgos que tendrá el pequeño a las 24 semanas de gestación. Los avances tecnológicos en el campo de la ecografía han hecho posible que se pueda ver "hasta la campanilla" de los nonatos. Y eso es lo que ha conseguido el doctor gijonés Andrés Ribas, único que dispone en la región del ecógrafo con tecnología HD Live.

Se trata de "una técnica que mejora muchísimo la imagen, con altísima definición y la posibilidad de variar el foco y la intensidad de la luz". De tal manera que "si el niño se deja ver, podemos hacerlo con un grado de detalle increíble", explica el ginecólogo, que dispone del software específico desde el pasado verano.

Una tecnología que, además de favorecer los diagnósticos, se ha convertido en el mejor aliado de los padres que quieren empezar a componer el álbum familiar. "Mucha gente viene ya con el control del hospital hecho con la intención de llevarse la imagen del bebé, y si no se deja ver se ponen negros", indica con una sonrisa el especialista gijonés.

Eso sí, pese a lo impresionante de contar con la imagen precisa del niño "lo importante es el diagnóstico, ver que todo está bien, y eso sólo lo hacemos los ginecólogos, y no los técnicos que sólo hacen fotos", advierte.