El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, firmó ayer con los responsables del estudio madrileño de arquitectura López Fando -amplio conocedor de la sanidad asturiana- el contrato para la redacción del proyecto de ampliación y reforma del Hospital Universitario de Cabueñes. El mismo estudio que hace diez años trabajó en una primera ampliación del hospital gijonés, para incorporarle principalmente nuevos espacios que acogieran la unidad de hemodinámica y cardiología intervencionista, volverá ahora a analizar al detalle el complejo sanitario de Cabueñes para redactar en un plazo de ocho meses el plan director y proyecto de ejecución de una obras de mayor enjundia. También se harán cargo de la dirección facultativa de las obras de Cabueñes en su primera fase, que se corresponden con la ampliación del complejo.

Cabueñes se enfrentará en los próximos años a una reforma integral con ampliación de más de 15.000 metros cuadrados -por comparación, en la última obra el edificio ganó en torno a 9.000 metros cuadrados-. Un proyecto con el que se pretende modernizar el centro potenciando el bloque quirúrgico, las consultas externas, mejorando las unidades de críticos, las urgencias y las zonas de pruebas diagnósticas.

La primera fase, la de creación del nuevo edificio quirúrgico, entrará en obras en el 2018 y está previsto que finalice en 2020, aproximadamente, con una inversión de 30 millones de euros. Sanidad habló inicialmente de que la obra de Cabueñes, en toda su extensión, podría llegar a suponer una inversión de 100 millones y en ella va incluido el aumento de las habitaciones de hospitalización. En los próximos meses técnicos de la Consejería y del hospital trabajarán sobre las necesidades específicas que los arquitectos deben incluir en el plan funcional.