Una clase como siempre y como nunca. Así se plantea la profesora Carmen Perillán y sus alumnos del programa universitario para mayores de la Universidad de Oviedo (Pumuo) la lección abierta al público que hoy protagonizarán en el salón de actos del colegio Jovellanos a partir de las siete de la tarde. La profesora del departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo explicará a sus alumnos -los habituales del curso y los que lleguen sin matricular para disfrutar de la experiencia, los "Efectos del medio ambiente sobre el cuerpo humano: contaminación y salud en Gijón".

La idea es mostrar la potencialidad de este proyecto universitario a los gijoneses mayores de 50 años que puedan estar interesados en subirse a una experiencia que, como explicaban José Ramón Pardo y Lilian Calleja en calidad de veteranos alumnos, "es fantástica y en estos tiempos en que se habla de envejecer de manera saludable te ayuda a que el cerebro siga funcionando". Fueron precisamente los alumnos quienes tuvieron la idea de hacer una clase abierta a la ciudad.

Amistad vecinal

A Gijón se corresponden sólo 60 de los más de 400 matriculados que el Pumuo tiene en las sedes de las tres grandes ciudades de Asturias. Una cifra baja que desde la Universidad de Oviedo se quiere hacer crecer y más tras la intención inicial del gobierno municipal de eliminar la subvención que se incluía para este programa dentro de su convenio de colaboración con la Universidad de Oviedo.

Al final la aportación económica se mantiene pero el número sigue siendo bajo en comparación a Avilés y Oviedo y a la propia población de la ciudad más populosa de Asturias, como ayer mismo recordaba el vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional, Francisco Borge. ¿Justificación? Quizás la singularidad y arraigo de la Universidad Popular de Gijón. Aunque esa explicación no le vale a todos. Su ubicación actual es la Escuela de Marina.

Pero más allá de abrir Pumuo a Gijón, la clase abierta de hoy es, además, el "inicio de una bonita amistad" entre la Universidad de Oviedo y la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV), para quien la contaminación es uno de los problemas que afectan a la ciudad en los que más están trabajando desde hace años, como ayer se encargaba de destacar en la presentación de la cita, su presidente, Adrián Arias.