Con nuevas túnicas de talla infantil. Así empezará este año la Semana Santa gijonesa. A esta cita con la tradición y la solemnidad religiosa la parroquia de San Pedro le ha querido dar un plus de frescura y lozanía el domingo de Ramos. Y eso lo deja en manos de los niños. De unos pequeños cofrades que, vestidos de rojo, van a sacar en procesión este año por primera vez una talla del santo Niño del Remedio, que habitualmente está a buen resguardo en la Capilla de Los Remedios de Cimadevilla.

Javier Gómez Cuesta, párroco de la Iglesia Mayor de San Pedro Apóstol de Gijón, anunció ayer la novedad que incorpora la Semana Santa local en la presentación de unos actos que organiza cada año la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades Penitenciales de Gijón en colaboración con la parroquia de San Pedro.

"La Semana Santa se cimenta en la espiritualidad, también en la familia, que es donde se transmite ese sentido de pertenencia a tal o cual hermandad, y en la inculturación, que hace que cada tierra de España tenga sus propias procesiones e imágenes y que las tenga como algo suyo", indicó Javier Gómez Cuesta. Y a esos cimientos se ha querido añadir un impulso "para que más niños vayan descubriendo lo que es ser de una cofradía, con la emoción y la alegría que conlleva".

De ahí que el Domingo de Ramos "que es el día más propio de los pequeños", "vamos a sacar en la procesión del Borriquillo una imagen que está en la capilla de Los Remedios y por la que hay también una gran devoción popular, que es la del santo Niño del Remedio. Y serán los niños de catequesis los que lo lleven, porque es adecuado a su tamaño. Y lo harán vestidos con una túnica roja, que es el color de Gijón", zanjó el sacerdote.

El resto de las citas de la Semana Santa gijonesa también llevan añadidos "de cierta renovación", como indicó el presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades Penitenciales de Gijón, y hermano mayor de la Hermandad de la Santa Misericordia, Ignacio Alvargonzález. Las principales novedades tienen que ver con la incorporación de dos nuevos recintos de salida de las procesiones, lo que supone desplegar por más puntos de la ciudad el pulso de la Semana Santa.

Así el Miércoles Santo, el Nazareno saldrá de la parroquia de San José, "la iglesia que lo acoge todo el año", como comentó Juan Antonio Rodríguez, hermano mayor de la Santa Vera Cruz. El otro espacio incorporado, más bien recuperado, será la Colegiata de San Juan Bautista, de donde partirá el viernes Santo la imagen de los Dolores. "Desde 1938 a 1954 la Colegiata fue el templo del que salían todas las procesiones de Gijón, así que para nosotros es entrañable volver a vincular este templo, ahora desacralizado, a la Semana Santa", comentó Alvargonzález.

Primoroso vestido

De un cambio de recorrido, el de la procesión del martes santo, habló Juan Antonio Rodríguez. "El año pasado nos esperanzó mucho esta procesión del Silencio porque, pese a celebrarse muy tarde, vimos mucha gente acompañándonos comparado con otros días, y eso siempre es un gran aliciente", explicó. Así que este año quieren evitar "las angostas calles de Cimadevilla que nos causaron algún problema y nos centraremos en el recorrido por la zona del Ayuntamiento".

Que la Virgen de la Soledad pueda lucir este año, como es debido, un primoroso vestido -el que puede verse en los carteles de la Semana Santa- donado por un cofrade y rediseñado al completo por grandes costureras del Santo Sepulcro; que puedan sonar bien claras las dos nuevas campanas que llevarán una esta misma cofradía en el paso del Cristo Resucitado, y otra los hermanos de la Santa Misericordia en la procesión del Jueves; o que se pueda aplaudir a una joven banda de cornetas y tambores de Oviedo, son añadidos de una cita solemne que quiere ser luminosa y masiva. Y sobre todo, que quiere evitar la lluvia, algo que no pudo ser el año pasado con la suspensión de dos de las procesiones. "A ver si este año la virgen de La Soledad no ye cabezona porque cada vez que está de estreno, como pasó en 2016, le da por no salir", decía con gracia Iván González. Por Gijón también se verán, de nuevo este año, aspirantes a policías de la Academia de Ávila que saldrán como escoltas, y que proceden de diversos puntos de España.