A José Luis Paraja no le da vergüenza reconocer que al estreno de la "Semana negra", hace casi treinta años, fue con unos amigos para ver un espectáculo del circo de Ángel Cristo. "Era una carpa que luego se hacía discoteca. Había coches de choque, había bares, había mercadillo, había librerías... El concepto ha sido el mismo desde el origen y hasta ahora. La fórmula fue un éxito, caló y el festival ha sido emulado en muchos sitios. Pero ninguno como el original", dice quien, tras la marcha de Paco Ignacio Taibo II, dio un paso al frente como responsable del evento junto a Ángel de la Calle. Un liderazgo que le tiene estos días de reunión en reunión para intentar ponerle solución a los problemas económicos de la entidad. La última fue el pasado viernes en la Agencia Tributaria y con presencia del Ayuntamiento. Pese a lo profundo del bache para Paraja es evidente, y espera que para el Ayuntamiento también lo sea, "que la 'Semana negra' es de la ciudad, es de Gijón, y sería un error que se perdiera".

La "Semana negra" tiene dos frentes abiertos. Una deuda de 200.000 euros con proveedores y una deuda con Hacienda que se había fraccionado en cuatro anualidades pero acaba de estallar al no pagarse la anualidad de 2016 que se contaba asumir con la subvención municipal de ese año, que todavía no ha sido cobrada. "La deuda con Hacienda surge en 2014 a partir de unas discrepancia en la declaración del impuesto de sociedades. Nosotros entendíamos que la 'Semana' era un acto único y Hacienda discrepó al entender que había una parte no sujeta a impuestos pero otra sí. Se negoció un fraccionamiento y en el año 2015 cobraron directamente de la subvención del Ayuntamiento", explica Paraja.

El problema llega al no poder pagar a finales del año pasado los 30.000 euros correspondientes a ese año y que ahora suman 37.000 euros con recargos e intereses. "Con la nueva normativa de Montoro que entró en vigor en enero al no pagar esa parte se activa la reclamación del total pendiente, que en nuestro caso son unos 108.000 euros incluyendo que hemos perdido los descuentos negociados y se van sumando intereses", explica el director del festival. El lío es mayor porque sin un certificado positivo de Hacienda, el Ayuntamiento ni pagará la subvención pendiente de 2016 ni pondrá en marcha el convenio que facilitará la ayuda comprometida de 175.000 euros para este año. Y todo esto a tres meses del inicio previsto de la edición número treinta.

La solución por la que se opta desde la organización para salir de este atolladero rápido es pedir un préstamo poniendo como avales la marca de la "Semana" y los ingresos comprometidos en subvenciones públicas. "La imagen que se transmite de nosotros es que somos unos caras, unos defraudadores que deben la intemerata. No. El problema parte de una discrepancia en la aplicación de un impuesto que genera una deuda que se paga hasta que por razones de fuerza mayor no se puede hacer frente a un pago y se desencadena esta tormenta perfecta", explica Paraja.

Igual que explica que los 100.000 euros de subvención que aún no les ha pagado el Ayuntamiento están justificados correctamente y que del medio millón de euros de presupuesto están pagados 300.000 euros. Pero cualquier solución parte "de liberar la situación con Hacienda porque eso liberaría las subvenciones y el abono de la ayuda pendiente para que se pueda hacer el festival. Si no ya es para morirse. Es una pescadilla que se muerde la cola y por algún lado hay que cortar", explica el organizador aunque manteniendo el optimismo sobre una solución que mantenga viva la "Semana negra" un año más.

La única cifra positiva que tiene la "Semana negra" es la de dos millones en que está valorada la marca, cuya compra por el Ayuntamiento es una opción que ha puesto sobre la mesa el PSOE. "Una valoración que hizo una empresa sobre un informe de otra. Por eso es una falta de respeto decir que esa valoración se hizo tras una noche de alcohol", denuncia con la diana puesta en las críticas del PP.

Desmontando tópicos

Y es que si hacer frente a este problema económico es agotador, más agotador le resulta a José Luis Paraja luchar año tras año con tópicos sobre la "Semana negra". Algunos de ellos los pudo oír sólo hace unos días de boca de los concejales del Partido Popular. "Que haya gente a la que no le guste la 'Semana' y tenga una opinión muy mala de ella es respetable pero tengo que discrepar cuando se dicen otras cosas que no son verdad, como que se ha convertido en una feria de barraca, cuando ahora hay más librerías o carpas de actividades que en los primeros años", explica. En cuanto a la crítica popular de que no saben llevar las cuentas, Paraja también lo tiene claro: "Este festival fue conflictivo, atacado y polémico desde su primera edición. Si el equipo organizador, que básicamente es el mismo desde hace tiempo, fuera esa banda de chepos e inútiles que dicen, esto se habría ido al cuerno hace años. Los problemas son de hace poco y tienen que ver con muchos elementos, pero sobre todo la crisis, y con un recorte bestial de ayudas que hizo que nuestra supervivencia fuera milagrosa. Quizás, visto ahora, nuestro error fue no haber dicho hace un par de años que no podíamos seguir así, que se acumulaba una deuda que podía acabar con el festival".

Luego está, recuerda Paraja, "ese mito de que nos íbamos con sacos de dinero a casa. Rigurosamente falso. ¿Quien se ha hecho millonario con la 'Semana negra'? Por decir han dicho que Taibo era del clan del tequila cuando es abstemio. Desgraciadamente este tipo de dislates calan en las mentes de algunos". O que la "'Semana negra' recibe apoyos municipales de servicios que no paga como limpieza o seguridad. "Como otros muchos. ¿O no le cuesta al Ayuntamiento cada partido en El Molinón en refuerzos de limpieza o para el tráfico?", matiza. El PP plantea como alternativa que sea el Ayuntamiento quien asuma el control. "Si lo gestionara el Ayuntamiento, como hace con el Festival de Cine o el Arco Atlántico, creo que sería complicado y sobre todo que no iba a abaratar los costes. Excepto que se quiera convertir en otra cosa, como un salón literario", reflexiona Paraja, tras recordar que la primera edición del evento se organizó desde la Fundación Municipal de Cultura. Pero luego el propio Ayuntamiento planteó dejarlo en manos de esta asociación cultural.