"No pasar: se ha detectado presencia de un jabalí que ha atacado a un perro hiriéndolo gravemente". Los vecinos de Nuevo Roces y Montevil que acostumbran a pasear junto a sus mascotas por el parque canino "agility", en la avenida de Roces, se vieron sorprendidos ayer con el precinto policial alertando del suceso que a punto estuvo de costarle la vida a "Keka", una perra de raza teckel de tres años, que fue embestida brutalmente por un jabalí de unos 70 kilos.

Los hechos ocurrieron sobre las once de la mañana. Ángel López paseaba tranquilamente junto a "Keka" y otros dos perros suyos más , dos "setters". De pronto vio en el parque a un jabalí "de grandes dimensiones" que se dirigía a hacia ellos. Dos de sus canes escaparon pero "Keka" fue embestida por el suido que le provocó dos heridas "importantes" en el tórax y el abdomen, de cinco y ocho centímetros de longitud, respectivamente. Rápidamente, y apenas repuesto de la impresión, cogió a su perra para llevarla al Centro Veterinario Montevil para salvarla. Tuvo suerte, ayer domingo estaba de guardia Valentín Alonso, un veterinario que durante años trabajó en Llanera atendiendo a perros de caza donde las heridas de jabalíes estaban a la orden del día. No obstante, "nunca había visto algo así en ciudad", reconoció.

"Llegó con dos heridas importantes, lo primero fue hacerle una radiografía de tórax para evaluar los daños y después, cirugía con anestesia general", explica Alonso mientras atiende a "Keka" a la salida de la anestesia y comprueba uno a uno los drenajes colocados para que no se infecten las heridas provocadas por los colmillos.

Las previsiones, después del susto por su enfrentamiento con el jabalí, son positivas. "Si todo va bien, en unos quince días estará completamente recuperada", estima Valentín Alonso que se deshace en cuidados para "Keka", todavía medio adormecida por el efecto de la anestesia. "Es una perra valiente, seguro que se enfrentó al jabalí cuando lo vio", defiende el veterinario.

El suceso no cogió por sorpresa a los habituales del recinto canino. "Siempre pensé que bajaban de noche, dejan rastro y por la ladera del parque hay un camino sin hierba que seguro han hecho los jabalíes", señala Begoña Díaz, sorprendida de ver "tan poca gente" con sus perros por la zona. Pese a la tarde soleada que acompañó toda la jornada dominical pocos fueron los que se atrevieron a dar una vuelta por la zona temerosos de encontrarse con el jabalí. "Si tenemos un parque es para venir con tranquilidad, algo tienen que hacer porque yo ya no estoy tranquila", apunta Conchita Rodríguez que insta al Ayuntamiento a garantizarles la seguridad. "Que lo vallen todo, esta vez ha sido un perro pero mañana puede ser un niño", reflexiona.

Accidentes habituales

Accidentes habituales

La aparición de estos animales es una constante en los últimos meses en Gijón. Un problema con el que combaten desde hace tiempo en la zona rural pero que ha adquirido mayor relieve después de los avistamientos en zonas más urbanas. En la madrugada del domingo, por ejemplo, un coche colisionó contra una jabalina en los accesos de Gijón por la A2 y hace unas semanas, la Policía Local abatió de varios disparos a otro ejemplar en la avenida Schulz, en pleno centro de la ciudad.