La administradora concursal de Agalsa, Carmen Fernández Sánchez y el comité de empresa de la compañía en concurso de acreedores, suscribieron ayer el acuerdo para la regulación de empleo de la totalidad de la plantilla de la empresa. Los 102 trabajadores se irán al paró la semana posterior a la Semana Santa, cuando el magistrado del juzgado de lo mercantil número 3 de Oviedo, con sede en Gijón, de el visto bueno al acuerdo. Una veintena de trabajadores serán despedidos directamente al haberlo solicitado así ellos mismos. Los más de ochenta restantes irán de mano a una regulación temporal de empleo, pudiendo ser recolocados en el caso de que la empresa logre la viabilidad o despedidos finalmente si ningún inversor apuesta por reflotarla.

El plazo límite para lograr la viabilidad de la empresa se ha marcado en diciembre de 2018. Es entonces cuando vencen el ERE (expediente de regulación de empleo) y el ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) pactados ayer. Si para esa fecha ningún empresario ha apostado por Agalsa, se liquidará a toda la plantilla, algo que también podría decidirse antes si la administradora concursal llegara a la conclusión de que la sociedad es inviable.

De mano, ese no es el planteamiento de la administradora concursal. Al menos cuanto empresas, tres de ellas extranjeras, se han interesado por la factoría gijonesa, que cuenta con la tercera mayor caldera de galvanizado con cinc que hay en Europa y que también es la mayor de España. El representante de una de esas cuatro compañías, de Alemania, visitó el pasado 22 de marzo la empresa gijonesa acompañado por la administradora concursal.

El acuerdo alcanzado ayer, en la primera reunión para negociar la regulación de empleo, también implica que Agalsa abonará una de las cuatro nóminas que adeuda a la plantilla, mientras que las tres restantes quedarán a deber como créditos concursales. Los trabajadores que sean despedidos en aplicación del ERE, cobrarán esas cuantías adeudadas además de una indemnización de 20 días de salario del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), quien a su vez pasará a ser acreedor de Agalsa por las cantidades que abone a sus trabajadores.

Aunque toda la plantilla irá al paró, en su mayor parte dentro del ERTE, la administradora concursal puede llamar a trabajar para tareas de mantenimiento u otras como carga de camiones, a una parte de los operarios durante la duración del ERTE, apuntan las mismas fuentes.

La representación de los trabajadores y la administración concursal volvieron a negociar desde cero la regulación de empleo, después de que el juzgado anulara a finales del pasado mes de marzo el ERE de extinción inmediata de empleo para toda la plantilla que había presentado la dirección de Agalsa, que considera que la sociedad tendrá que entrar en liquidación. La propia administradora concursal, además de los sindicatos, había solicitado al juez la anulación de aquel ERE. El magistrado consideró que la dirección de Agalsa había coaccionado a los sindicatos para que firmaran el ERE que planteó la dirección de la empresa y además argumentó que también anulaba el ERE de la empresa al estar de acuerdo la administración concursal y los trabajadores al respecto.

Fuentes sindicales indicaron ayer que en próximas fechas también entrará en concurso de acreedores Oxizinc, filial de Agalsa con 28 trabajadores que se encuentra actualmente en preconcurso de acreedores. El plazo legal para solicitar el concurso de Oxizinc vence el 31 de mayo.