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EDUARDO INFANTE | Profesor de Filosofía en el CES San Eutiquio-La Salle

"Los libros de Filosofía son conscientemente aburridos para que el alumno no piense"

"Planteo la asignatura como un taller; enseño a los alumnos a escribir ensayos, a debatir y a defender varias posturas"

Eduardo Infante, en la sala de profesores del centro educativo. JUAN PLAZA

Eduardo Infante, docente en el Centro de Enseñanza Secundaria San Eutiquio-La Salle, nació en El Rompido (Huelva). Amante de las Humanidades, ejerce como profesor de Filosofía en el veterano centro localizado en Cimadevilla y trata de transmitir la pasión por la asignatura a sus alumnos de Bachillerato. Tres de ellos fueron distinguidos recientemente en la XVI Olimpiada de Filosofía. Aunque pueda parecer una materia pesada para los estudiantes, Infante se preocupa de darle un vuelco para que resulte práctica y atractiva.

- ¿En qué consiste una Olimpiada de Filosofía?

-Este año el tema estaba relacionado con las nuevas tecnologías y la identidad humana. Había muchos campos abiertos, como el tema de la inteligencia artificial. Primero hicimos una olimpiada interna en el colegio y los mejores trabajos los presentamos a la olimpiada regional. Participamos en la modalidad de Fotografía Filosófica, en la que los chicos tenían que hacer una composición a partir de una imagen. Además tenían que acompañar la imagen con un texto en el que reflexionasen sobre lo que querían expresar. También en la modalidad de Disertación, donde un alumno logró el mejor puesto.

- ¿Cómo hace para que la Filosofía resulte atractiva para sus alumnos?

-A mí me apasiona esta asignatura. Intento transmitir esa pasión a mis alumnos. Hay un filósofo francés actual, Michel Onfray, con el que comparto muchas ideas. Onfray es uno de los mejores filósofos de occidente. Escribió un libro bastante simpático que se llama "Antimanual de Filosofía". Los libros de filosofía son conscientemente aburridos, es decir, están hechos para no pensar porque no interesa que la gente piense. A un alumno de quince años los problemas del ser en la Escolástica no le interesan absolutamente nada. Lo importante es entender que está hecho para que el alumno no piense.

- ¿Cómo se acerca la Filosofía a un alumno de quince años?

-Lo importante en Filosofía es escribir textos que hagan pensar a los chavales. Escribir un libro que sea un manual, que esté hecho para pensar, con textos polémicos, que llamen la atención. Ofrey quiere abrir el abanico y adoptar textos de autores ateos o materialistas. Todos sus temas los abarca desde una pregunta que despierte un poco el interés. Ahora en clase les planteaba a mis alumnos la pregunta ¿qué desaparece cuando tienes un coma etílico?, y a partir de esa pregunta explicamos lo que es la consciencia en el ser humano.

- ¿Cómo plantea la asignatura?

-Como un taller. Al igual que si uno se apunta a un curso de cocina lo que busca es que le enseñen a cocinar y no le den un rollo sobre la historia de la cocina. Eso es lo que intento hacer yo con la asignatura. Enseño a los alumnos a escribir ensayos, a debatir los unos con los otros, a defender una postura y la contraria o a hacer disertaciones orales. Además, ahora nos acaban de aprobar un proyecto para colaborar con la organización "TED". Son unas charlas que se hacen a nivel mundial, se graban y se cuelgan en la red. Nosotros hemos creado un club con los chicos, donde tienen que preparar una charla defendiendo una idea que ellos consideran que debe ser difundida en internet.

- ¿Qué más actividades lleva a cabo?

-Incorporo también el cine. De esta manera tenemos un concurso de cortometrajes. Les doy a los chicos una frase de un filósofo y a partir de ahí tienen que generar un guión. A final de curso los exponemos. El año pasado, incluso, hicimos la exposición en la Feria de Muestras. Fue un momento muy bonito y emotivo. Es convertir el aula en un taller. Otro de los trabajos más bonitos que hicieron fue cuando para Navidad les pedí que buscasen en su entorno más cercano una historia del pasado cercana que considerasen ellos que era digna de ser contada y que generase una reflexión. Encontramos historias alucinantes. Una de las que más me gustó fue la de una chica que encontró a una vecina que era una de las niñas de la guerra. Salió de España con catorce años y estuvo refugiada en Rusia. Me dejó tan conmocionado que propuse que viniera al aula. Fue un momento precioso.

- ¿Qué es lo que más le hace sentir orgullo de estos galardones?

-Me siento orgulloso porque cuando entro en el aula los chavales se ríen mucho. Se lo pasan muy bien con la Filosofía y me transmiten su alegría.

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