El fuerte despliegue policial en algunas calles del centro de Gijón esta mañana ha causado sorpresa a viandantes y conductores que transitaban por las mismas. Las medidas y precauciones tomadas por las fuerzas de seguridad, tanto Policía Nacional como Local, han sido tan intensas que muchos no acertaban a relacionarlo con la celebración de la principal procesión del Domingo de Ramos, que ha sacado a la borriquilla desde Cimadevilla hasta San Pedro, dando un pequeño rodeo por calles del centro.

Pero, en efecto, el despliegue estaba motivado por la celebración religiosa, que aglutinó a una multitud en torno al paso de la borriquilla. El perímetro de seguridad se extendió varios metros más allá de los lugares de paso de la procesión. Así, en Marques de San Esteban el tráfico se cortó a la altura de Felipe Menéndez, cuando el acto religioso ni siquiera llegó a pasar por los Jardines de la Reina.

La Policía Local se situó en diferentes calles, como Marqués de San Esteban o San Bernardo, para cortar de forma contundente el acceso de cualquier vehículo, apoyados en barreras de contención. Además, había presencia de unidades de la Policía Nacional.

España está en nivel 4 de alerta antiterrorista y las fuerzas de seguridad incrementan las medidas de seguridad para eventos que implican aglomeraciones.