Después de la fiesta del Domingo de Ramos, con una mañana primaveral llena de bullicio y alegría, ayer se iniciaron los desfiles de la Pasión. Al contraste se sumó la meteorología, ya que el Nordeste helado que durante toda la jornada había batido las calles de la ciudad, no se acostó. Dice la gente del mar que si no se acuesta, al día siguiente se levanta. Es el signo de nuestra Semana Santa. Aun así, una multitud llenaba la explanada frente a la iglesia de San Pedro, a la espera del inicio de la procesión de "Las lágrimas de San Pedro".

Es un desfile triste, no se reza nada, sólo resuenan los tambores, los bastones de los porteadores y el sonido de las carracas. Pero si cerramos los ojos tal vez se oyera el llanto de Pedro. En cabeza de la comitiva iban varios cofrades de la Santa Vera Cruz llevando los estandartes y la Cruz. Detrás venía Pedro, arrodillado, en actitud de súplica de perdón. Acababa de negar a Cristo. "Y habiendo salido fuera, lloró amargamente?". Había visto los ojos de Jesús, ¿y qué Vio Pedro en ellos? Su dulzura, su compasión y su amor, a pesar de su traición. Y Pedro recordó: "Antes de que el gallo cante tres veces, me negarás otras tres". Dicen que las lágrimas que derramó a la salida de la casa de Caifás, solo fueron el principio de las que derramó toda su vida. Cada vez que escuchaba a un gallo cantar lloraba. Pero su pecado no le impidió gobernar la Iglesia, prueba de la magnanimidad del Señor. El paso de San Pedro lo portaban solamente mujeres de la santa Vera Cruz, cuatro delante y otras cuatro detrás. Le seguía el incensario, y los tambores. Los penitentes de la Santa Misericordia, abrían el camino al paso de la Flagelación de Cristo. Era un dolor ver el suyo, desnudo con aquel frío. Iba rodeado de rosas rojas y azucenas, los colores de la villa, y en las esquinas de la plataforma cuatro faroles iluminaban sus rostro dolorido. Lo llevaban 18 penitente de la Santa Vera Cruz. El itinerario ha variado. Después de cruzar el Campo Valdés, el desfile embocó el Muro. Era noche cerrada cuando se volvió al Campo Valdés y la multitud se había ido dispersando. La Cofradía del Santo Sepulcro no participó, únicamente estuvieron presentes sus hermanos mayores. En la del día de hoy, la del Encuentro desfilarán las tres.