La Asociación Contra la Exclusión "Alambique" ha llevado a cabo en los últimos meses una campaña para analizar el derecho a la alimentación de las personas, y han llegado a una conclusión demoledora: "es un derecho invisible, no existe".

Así lo denunciaron ayer en el acto del Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón Roberto Porras y Vanessa Izquierdo, tras debatir durante semanas acerca del modo en el que la gente sin recursos puede acceder a los alimentos, lo que supone para ellos y las alternativas que se podrían plantear. Los dos modos a los que se llega a la alimentación son "la caridad y la solidaridad, lo que supone para las personas el pasar a un segundo plano, de sujeto pasivo, con lo que conlleva también de vergüenza", alerta el colectivo. Por eso, una de las soluciones que se plantean es el de "cuestionar el modelo social y de alimentación, el modo de producción", junto con acciones concretas como "las comidas comunitarias, las compras colectivas o las ollas populares que devuelvan el protagonismo a las personas", además de exigir a los poderes públicos "una liberación del espacio público, una reducción de la urbanización para que quien no tenga recursos pueda cultivar sus huertos".

Y sin olvidar que todo ello repercutirá en una mejor alimentación, "más sana y equilibrada de la que se consigue con otras donaciones".