No deben ser muchas las ocasiones en que un secretario general de Pleno tiene la oportunidad de incluir la fotografía de un elefante en un informe. Miguel Ángel de Diego, el hombre que se sienta a la diestra de la Alcaldesa en el salón plenario, no desaprovechó su oportunidad. Una imagen de un elefante suelto por Langreo -su anterior destino- acompaña su informe oficial sobre la competencia municipal en relación a la prohibición de utilizar animales en los circos. El asunto vuelve a la actualidad ante la proposición que el PP lleva al Pleno pidiendo que se revoque la decisión plenaria por la que el Ayuntamiento de Gijón se comprometió a no dar licencia de instalación tanto en terrenos públicos como privados a los circos que exhiban animales.

Más que su resolución sobre la competencia municipal, que da por buena, llaman la atención sus conclusiones la realidad de los circos. De Diego entiende que "los animales que trabajan en los circos sufren maltrato". Y a esa conclusión llega tras enumerar la situación "antinatural" que sufren especies salvajes para las que vivir en cautividad va contra su propia esencia y a los que se "exigen posturas que no son naturales como que los perros caminen sobre dos patas, los elefantes se sienten sobre sus posaderas o los leones salten a través de un anillo en llamas".

Tampoco se olvida de Diego de recordar los casos de fieras que tras escaparse del circo causaron pánico a la población.