Los Bomberos de Gijón han recibido numerosas llamadas y han protagonizado más intervenciones de lo habitual en lo que va de día a consecuencia de las fuertes rachas viento (se alcanzaron los 56 kilómetros por hora según la estación meteorológica local). Salidas en las que no hay que lamentar daños personales pero sí materiales motivados por la caída de árboles, chapas y vallas de obra, escombros y cristales. También sufrió daños menores la cubierta del Pabellón Perchera- La Braña.

El más aparente de todos los incidentes se registró al mediodía de ayer en el parque Isabel La Católica cuando uno árbol de grandes proporciones fue derribado por el viento hacia la calle Torcuato Fernández-Miranda donde, según los testigos, en ese momento jugaban unos niños que salieron ilesos. No obstante sí provocó daños en un vehículo estacionado en una zona próxima.

Los testigos de los hechos aseguran que el árbol estuvo a punto de caer sobre varios niños que se encontraban jugando en la zona y que "se asustaron mucho".

No es la primera vez que sucede algo así. Hace meses, otras rachas de viento obligaron a la Policía Local a cerrar el parque Isabel la Católica