La congregación de las Hermanas del Ángel de la Guarda ha conservado las estancias en las que moró y falleció en Gijón Luis Ormières casi intactas. Su habitación -en la imagen de arriba- ha sido transformada en un oratorio, y en él se conservan varios objetos personales, como una cáliz -abajo, a la izquierda-. Además, se ha creado una réplica de su escritorio con varios documentos manuscritos -abajo, a la derecha.