Las fuertes rachas de viento que ayer azotaron Gijón y que alcanzaron velocidades de hasta 57 kilómetros por hora ocasionaron algunos daños en la ciudad, especialmente en el parque de Isabel la Católica. Fue el lugar en el que se registró el incidente más llamativo, con un álamo de grandes dimensiones derribado por el aire hacia la avenida de Torcuato Fernández-Miranda. La copa del árbol fue a parar al carril bici y la acera, y según algunos testigos, en el momento de su caída algunos niños jugaban en la zona sin que sufieran daño alguno. Sí resultó dañado un coche aparcado en las inmediaciones por el impacto de las ramas.

Además, el viento también ocasionó varias salidas de los bomberos motivadas por la caída de árboles, chapas y vallas de obra, escombros y cristales. También sufrió daños menores la cubierta del Pabellón Perchera- La Braña.

Las rachas más fuertes se registraron durante la tarde, con velocidades que llegaron a sobrepasar los 57 kilómetros por hora en el observatorio del Campus de Viesques, mientras que en San Lorenzo se rozaron los 45 kilómetros por hora. La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología para hoy sigue siendo de fuertes vientos, con rachas previstas de más de 50 kilómetros por hora.