Un nuevo episodio de envenenamiento de perros en barrios de Gijón. Y, esta vez, con consecuencias mortales. Betty Ascariz, vecina del barrio de Laviada, ha sufrido "un duro golpe en su casa" después de haber tenido que sacrificar a King, un schnauzer enano de trece años que se intoxicó con veneno de caracol en el parque de Laviada.

Al parecer, según cuenta la propia denunciante, alguien está echando en la zona verde de Laviada, situada junto al colegio público y el centro de salud, polvos de babosil, veneno para caracoles y babosas que puede resultar mortal para los canes. "El otro día un muchacho se encontró con cuatro pechugas de pollo intoxicadas", asegura Ascariz, todavía muy dolida por la pérdida de su mascota.

"Fue un daño tremendo para nosotros en casa, es injusto. Se me murió mi perro, una mascota superactiva... Quiero que se haga justicia, y también advertir del peligro que entraña la presencia de veneno para los niños que juegan en el parque", denuncia la vecina de Gijón.

Según cuenta, todo ocurrió después de que King saliese a pasear el miércoles de la semana pasada junto a otro perro que vive en la misma casa. Al regresar al piso, "ya no quería beber agua". "Tuvo diarrea y el jueves ya temblaba, le costaba levantarse", cuenta Betty Ascariz. Después llegaron los vómitos y empezó a salirle "un moco verde que nunca le había visto".

Después de consultar con su veterinario y de que el tratamiento para una gastroenteritis no hiciese efecto, lo llevó a la clínica. Ya estaba moribundo y había sido envenenado. Tuvo que sacrificarlo, algo que le costó 80 euros. "Quiero que se haga justicia", exclama la vecina de Laviada afectada, que ya piensa en poner carteles por el barrio para advertir a dueños de mascotas y usuarios del parque.