La tecnología con drones parece no tener techo, extendiéndose hacia cada vez más aplicaciones. Los estudiantes de la Escuela Politécnica de Ingeniería celebran estos días unas jornadas dedicadas a los drones en las que tratan de desmenuzar cuál será el futuro de unos aparados que han irrumpido con fuerza en ámbitos tan dispares como la industria, la Defensa o el entretenimiento.

Varios expertos abordaron ayer las aplicaciones en sus campos de trabajo, habida cuenta de que "tenemos que pensar que hay que hacer una adaptación de estas tecnologías a la industria y hacer y un seguimiento de los avances que están surgiendo", señaló Andrés García, ingeniero de Arcelor Mittal. García explicó en su ponencia cómo "desde nuestro centro de I+D intentamos ser partícipes de los avances proponiendo a las empresas y startups retos tecnológicos que ayuden a la integración de los drones en los procesos productivos de Arcelor", porque "más que el futuro, esta tecnología ya está en el presente de todos".

Para Arcelor cerrar una aplicación en concreto es muy difícil, dado que "el sector es tan sumamente nuevo que no podemos ceñirnos a una sola: las inspecciones industriales son uno de los primeros campos en los que se usaron estas herramientas, pero se está yendo hacia otro tipo de sistemas que nos permitan hacer estocaje de materias primas y cálculo de volúmenes", indicó el ingeniero. La idea es la de poder aplicar los drones a la realización de tareas del proceso productivo, y no sólo como aparatos de inspección. Sin perder por ello de vista que "la inspección en alturas que se puede realizar con drones conlleva una reducción de riesgos del personal, así como una mayor eficiencia porque se evitaría el tener que introducir andamiaje para este tipo de tareas en una fase inicial", razonó el ingeniero antes de recordar que "son una herramienta sin límites y hay que estar atentos a ellos".

Buena nota han tomado de ello en el ámbito de la Defensa, en el que los drones ya se han incorporado plenamente en "misiones de momento no de combate, sino de inteligencia, recopilación de imágenes o rescates", como apuntó por su parte Jesús Abraham Fernández, segundo comandante del buque de la Armada Española P-46 "Furor", colaborador habitual del Instituto Español de Estudios Estratégicos.

El experto habló del programa "Rapaz" para potenciar el diseño y desarrollo de la industria nacional de los drones, una vez comprobado que tienen "un potencial enorme en los últimos años". "Es una industria incipiente y estamos aprendiendo constantemente las utilidades que se les puede dar en zona de operaciones, así como hacer frente a unas amenazas que van variando cada día", indicó Abraham Fernández. No ven vano, "es clave estudiar la amenaza que suponen los drones comerciales para la Defensa nacional, porque estamos viendo el uso de los drones en Libia o en Irak y debemos pensar que cualquiera puede hacerse con un aparato de este tipo y adosarle un explosivo casero", explicó en su ponencia. Combatir los ataques con drones "es complicado, pero no imposible", sostuvo, gracias a "las labores de inteligencia de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el CNI, que son fundamentales".

Por último, María Fernández, ingeniera de Telecomunicaciones por la Universidad de Oviedo, expuso el proyecto en el que trabaja en la actualidad para la detección de minas antipersona gracias a la instalación de radares en los drones. "Es todo un mundo en el que se pueden hacer miles de cosas, aún queda mucho por desarrollar", aseguró. Además, su equipo de trabajo ha solicitado también una patente para la medición de antenas a través de drones, lo que evitaría un complejo trabajo de desmontaje y traslado a los laboratorios.

Las jornadas de drones continúan hoy con carreras y exhibición de aparatos profesionales en la Feria de Muestras.