Los trabajadores de Asturiana Galvanizadora (Agalsa) irán mañana al desempleo dentro de los dos expedientes de regulación, uno de extinción de contratos y otro temporal, que han pactado la administración concursal y el comité de empresa. Los empleados que seguirán vinculados a la compañía galvanizadora esperan a que cuaje alguna oferta para aquirir la empresa, por la que se han mostrado interesados cuatro inversores, tres de ellos extranjeros.

Agalsa, con instalaciones fabriles en el polígono industrial de Lloreda (Tremañes) contaba con una plantilla de 102 trabajadores, que va a quedar reducida ahora a 63. Estos últimos son los que han sido incluidos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con duración hasta el 31 de diciembre de 2018. Si para entonces no se ha presentado ninguna oferta firme para adquirir la empresa por alguno de los inversores interesados, se rescindirán los contratos de estos trabajadores.

Otros 22 trabajadores indefinidos han solicitado la liquidación, por lo que se desvincularán de la empresa mediante un ERE de extinción, que también se aplica mañana. Los 17 trabajadores restantes de la plantilla son eventuales, de los que 16 ya salieron hace días de la empresa al concluir sus contratos.

Cuatro empresas, tres de ellas extranjeras, están interesadas en comprar Asturiana Galvanizadora (Agalsa). El representante de uno de esos potenciales inversores, una empresa alemana del mismo sector, ya visitó las instalaciones de la factoría gijonesa acompañado por la administradora concursal, Carmen Fernández Sánchez. Una visita en la que también mantuvo una reunión con la dirección de la empresa, en la que solicitó detalles organizativos.

Otras dos firmas interesadas en adquirir la galvanizadora también son extranjereas y la cuarta es española. No son los primeros que tantean las posibilidades de hacerse con la factoría de Tremañes, que cuenta con la tercera mayor caldera de galvanizado con zinc de Europa. Un importante grupo industrial asturiano ya había negociado con los propietarios de Agalsa, cuando estaba en preconcurso de acreedores, la compra de la sociedad, negociación que no fructificó al no haber llegado a un acuerdo Agalsa con su principal acreedor, Sogepsa, sobre los 4,5 millones de euros que adeuda a la sociedad controlada por el Principado.

Agalsa entró en concurso de acreedores el pasado 2 de marzo, con un pasivo de unos 12 millones de euros. La empresa tiene en sus mimas instalaciones de Tremañes, a los 28 trabajadores de su firma filial Oxizinc, sociedad que se encuentra en preconcurso de acreedores, con plazo hasta el 31 de mayo para llegar a acuerdos con los acreedores o solicitar que se le declare en concurso de acreedores.