- La adjudicación de la cafetería estuvo rodeada de ruido.
-Lo sometimos a concurso. La adjudicataria reunía las mejores condiciones desde un punto de vista técnico y ofrecía una inversión de 900.000 euros, que van a formar parte del patrimonio del Grupo, así como un canon superior al que tenía que pagar la anterior adjudicataria, que no lo pagaba, ni tampoco luz ni agua? Se convierte en un servicio de calidad al Grupo y estamos satisfechos. Bien es cierto que una de las cuestiones encima de la mesa son las tarifas. Hemos intentado ajustar a la baja algunos precios, pero hemos primado la calidad del servicio. Cuando el socio vea que la relación calidad-precio es adecuada, lo va a agradecer. El adjudicatario invirtió 900.000 euros, tramitó una licencia, de la que carecía la cafetería del Grupo; se comprometió a subrogar todo el personal? ¿Y el debate está en que un café ha subido diez céntimos?
- ¿Cómo van las relaciones con la extensa plantilla del Grupo?
-Muy buenas. Después de más de cuatro años sin convenio colectivo nos hemos sentado, estamos avanzando en las negociaciones. Hay muchos socios que se asustan del número de empleados que tiene el Grupo. Muchos de ellos ya trabajaban en el Grupo, sólo que no tenían la regulación laboral adecuada. Muchos de ellos tienen jornadas muy pequeñas. Apostamos por los recursos humanos como el principal activo del Grupo: hemos regularizado a todos los trabajadores y hemos subrogado a todos los que formaban parte de las subcontratas en el ámbito deportivo, en primer lugar porque es mucho más rentable, con ahorros de hasta el 30%. Y porque queremos que el "core" de la entidad, el deporte, sea prestado por personal propio.
