Juan Pablo Peñarrubia es Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Valencia. Es miembro de numerosos comités, nacionales e internaciones, en el ámbito de la Informática y preside el Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática en España. Ayer ofreció una charla en la Politécnica por el XXV aniversario de la titulación en Informática.
- ¿A qué retos se enfrenta la profesión?
-Ahora mismo los ingenieros informáticos son la figura central y clave de lo llamamos la transformación digital. Para el mundo de los empresarios y los directivos la figura profesional clave es el ingeniero en Informática, e incluso en el ámbito de la administración pública o en el campo del emprendimiento. Ni en las empresas existentes ni en las nuevas empresas puede haber una competitividad viable si no son fuertes en el área de informática. A veces una parte crítica y fundamental del negocio, y otras veces es un componente necesario, pero en la sociedad del conocimiento la informática es una materia prima clave y diferencial.
- ¿Qué medidas están tomando las empresas en este sentido?
-Ha tardado, en otros países han tenido esta conciencia del potencial para el negocio de la informática mucho antes, pero lo importante al final es llegar. Ahora mismo tanto los empresarios como los directivos tienen claro que no sólo es una cuestión de mejorar sino que es una cuestión de supervivencia. Si las empresas no son competitivas en materia de informática, acabarán cerrando. El mundo empresarial es plenamente consciente de ello, y se está actuando en consecuencia.
- ¿A qué nivel están los ingenieros informáticos españoles?
-La formación que recibimos en las universidades españolas es de primer nivel. Yo he tenido la suerte de estar un año estudiando en Francia, en una universidad con estudiantes de muchos países, no sólo de Europa, y puedo decir que la realidad es que nuestra formación está muy por encima de la media. Las universidades donde van nuestros estudiantes de ingeniería informática nos tienen en muy buena consideración. Los profesores y los departamentos buscan a los alumnos que van de España, porque van preparados por encima de la media.
- A pesar de los buenos datos de empleabilidad, aún poca gente se anima a estudiar Ingeniería Informática. ¿Por qué?
-Realmente hay pocos ámbitos de actividad profesional en este momento que pueden decir que tienen pleno empleo, y la Ingeniería Informática es uno de ellos. Dedicarse a esto es una garantía de empleo por cuenta ajena o de evolución profesional por cuenta propia. Y efectivamente también hay una previsión de mayor demanda de profesionales que la que los centros educativos son capaces de producir, como se ha constatado en diferentes estudios en la UE. Y eso será así hasta 2020. Las últimas cifras hablan que la empresa europea demandará 700.000 profesionales que no habrá. Es una gran oportunidad también para profesionales de otros ámbitos que pueden desarrollarse en el sector de la economía digital, que abarca muchas actividades para las que no se requiere ser ingeniero. En un país con problemas de empleo como el nuestro, es uno de los pocos yacimientos de empleo seguro. Hay que animar a los jóvenes a que estudien Ingeniería Informática.
- ¿Qué pasa con las chicas?
-En el conjunto de las ingenierías hay un sesgo de género muy pronunciado, un nivel bajo de componente femenino. Y en el caso de la informática entendemos que tiene que ver con ciertos arquetipos que están en el imaginario colectivo y que hacen que haya una menor receptividad entre las mujeres. Cuando de hecho la Ingeniería Informática es un ámbito especialmente indicado para la igualdad, porque está constatado que hay una muy baja incidencia de elementos de discriminación por sexo. Hay una gran componente de trabajo en equipo, de proyectos de empresa, que abren una capacidad de evolución profesional a nivel directivo muy importante. Uno empieza en informática pero tenemos una gran adaptabilidad, acabamos empapándonos del conjunto de toda la empresa y es un puesto muy susceptible de evolución directiva a cualquier ámbito, incluso a nivel de dirección general. Y esto, unido a cierta ventaja que, generalizando, tienen las mujeres sobre los hombres, con una mayor habilidad en el ámbito de la comunicación, supone una mayor oportunidad para las mujeres en su promoción profesional. Hay que hacer reflexionar a las chicas que están haciendo hoy el Bachillerato.
