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Del Santa Olaya a pleno pulmón

El nadador Florentino López, "Florín", y el lírico Afelio Vázquez reciben el homenaje del grupo de pioneros del emblemático club

A Florentino López González, más conocido como "Florín" siempre le tiró el agua y cuando dejaba atrás su trabajo de aprendiz en El Dique convertía el bañador en su uniforme de faena. Sus habilidades como nadador le llevaron a estar seleccionado para competiciones nacionales. Afelio Vázquez Ronderos, sin embargo, era más hombre de música. Aunque delineante de profesión y trabajador en la oficina técnica de Astilleros del Cantábrico y Riera, muchos le recuerdan como cantante de lírica e impulsor de una gran parte de los coros que ha tenido Gijón en las últimas décadas: el coro de La Calzada, el Orfeón Natahoyo, el Coro de Cimadevilla, Ars Senatorum...

Pero en las vidas de Florín y Afelio, del nadador y el músico, hay un nexo que les mantiene unidos desde hace más de medio siglo y que no se romperá nunca: el club Santa Olaya. Ambos son historia viva de una entidad fuertemente enraizada en la zona oeste gijonesa y que ejemplifica el tesón de un vecindario que construyó una piscina con sus propias manos robándosela al mar Cantábrico. Para que quede constancia del protagonismo de Florín y Afelio en la historia del "Oly" mañana se les rendirá tributo en una comida de hermandad organizada en el restaurante Savannah por el colectivo de pioneros de la entidad y a la que asistirán miembros de la actual equipo directivo.

Los pioneros son un colectivo integrado por socios fundadores y nadadores históricos del Santa Olaya que mantienen vivo el espíritu del origen del club y que el año pasado iniciaban su ronda de homenajes con Juan José Boadella "Chani" y Ricardo Fernández "Pititi".

"Yo ya era nadador antes de la piscina, empecé en el 50 entrenando en el pedreru. El primer entrenador que tuve fue Fernando Cadavieco, luego llegó Adolfo Carbajosa que fue de lo mejor que hubo", explica el octogenario Florín tras recordar entre bromas su segundo puesto en la travesía Musel/Gijón de 1957. "Detrás de Janel Cuesta, tercero fue Chinín (por otro histórico del Santa Olaya)", matiza tras explicar que a la competición fue tras salir de su trabajo a las tres de la tarde. López empezó de velocista hasta que Carbajosa vio su potencial como fondista y las travesías se convirtieron en su especialidad.

No hablan las crónicas de grandes triunfos deportivos de Afelio Vázquez pero si "de como durante la construcción de la piscina deleitaba a sus compañeros logrando interesarlos por la ópera y la zarzuela". De Vázquez se recuerda su labor como directivo en esos primeros años del Santa Olaya y su capacidad para compaginar la seriedad del traje de las grandes ocasiones con los disfraces de algún festejo entre amigos. Porque la camaradería y la fiesta eran tan importantes para este grupo de chavales de los cincuenta como la pasión por el deporte y por sentir el barrio.

El Natahoyo y el club Santa Olaya siguen marcado el día de las vidas de Florín y Afelio. Y El Natahoyo y el club Santa Olaya les rendirán honores por esta fidelidad.

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