La definición clásica de un terremoto es de un inglés del siglo XVIII: "Masas de rocas que se desplazan bajo la superficie". Se detectan alrededor de un millón de terremotos al año, de los que un centenar producen daños. Ayer, en la sede del Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, Jorge Gallastegui Suárez, profesor titular del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, explicó lo que son los terremotos, como se miden y la situación de Asturias dentro del mapa de peligrosidad sísmica de España. La conclusión es que el Principado se encuentra en "una zona sísmicamente no activa". Hubo terremotos prehistóricos, afirmó Jorge Gallastegui, y se presume que el Chao Samartín, en Grandas de Salime, fue destruido por un seismo en el siglo I o II después de Cristo. El terremoto de mayor magnitud del que se tiene registro en Asturias tuvo lugar en la zona de Teverga en el año 1950, mientras que en España las zonas de mayor peligrosidad sísmica se localizan en el Sur, especialmente en la zona de Granada, en los Pirineos y en Lugo.

El primer terremoto del que se tiene conocimiento tuvo lugar en China en el año 1813 antes de Cristo. El más potente ocurrió en Valdivia (Chile) en 1960 y el que más vidas se cobró tuvo lugar en China en 1556 (unos 830.000 muertos). El conferenciante fue presentado por Pablo Pascual, presidente de Sogeas.