Las agoreras previsiones de la Consejería de Educación no se cumplieron este año en Gijón en cuanto a la escolarización de los alumnos de 3 años. La caída de 230 solicitudes de matrícula que temían los responsables educativos según los registros de natalidad consultados, que se iba a sumar al desplome que ya se había producido el pasado año, no parece haberse materializado.

Según los datos preliminares -ayer se cerraba el plazo de preinscripciones- que se podían obtener en los centros, la demanda de matrícula en la red pública estaría rondando las 1.130 plazas, frente a las 1.026 solicitudes que hubo el pasado año. Y en la concertada, la demanda sería de unas 630 plazas, sólo unas pocas menos que el pasado año.

Pese a que las cifras aún no son exactas, lo cierto es que veinte colegios de la red pública afirmaban ayer tener ya más solicitudes de plaza de las que habían tenido hace un año. Y trece de ellos tenían alumnos sobrantes respecto a sus posibilidades de admisión. En concreto habían superado expectativas los colegios Antonio Machado, Atalía, Begoña, Lorca, Jovellanos, Honesto Batalón, Jacinto Benavente, Laviada, Los Campos, Montiana, Piñole, Pinzales, Rey Pelayo, Río Piles, Tremañes, Casona, Gloria Fuertes, Zorrilla, Las Mestas y Miguel Hernández.

De todos esos, tendrán que baremar para resolver el conflicto de plazas los colegios Atalía (les sobran 12 plazas), Begoña (3), Torner (4), García Lorca (8), Jovellanos (4), Piñole (17), Pinzales (6), Piles (4), y las escuelas infantiles Casona (10 peticiones de más), Gloria Fuertes (11), Zorrilla (15) y Las Mestas (5).

Algunos de estos centros ayer ni se planteaban el tener que baremar porque ya aseguran que van a pedir a la Consejería que les incremente una unidad respecto a la previsión de plazas que se había hecho en esta fase inicial de la matriculación. Así, tenían previsto pedir una unidad más los colegios Piñole, García Lorca, y las escuelas Casona, Gloria Fuertes y Zorrilla. En los últimos cuatro centros se intentarán recuperar las mismas plazas que ofertaron hasta el pasado año, cuando la caída de natalidad llevó a la Consejería a reducir la oferta en sus centros y a proponer una reducción también para el próximo curso. En estos colegios se acogían ayer a la promesa de la Consejería de que "las previsiones se podrían modificar en función de la oferta que hubiera, y podemos demostrar que este año tenemos muchos alumnos que justifican que no saturemos las aulas cuando podemos tener una unidad más".

Especialmente contentas se estaban en las Escuelas Infantiles de la red pública (3-6 años), que el pasado curso sufrieron una importante caída de solicitudes -con repercusión en el recorte de unidades- y que este año han vuelto por sus fueros. "Se demuestra que esta fórmula de las escuelas funciona y a las familias les gusta", apuntaba una directora. Respecto a los centros que se han quedado muy a la baja y podrían sufrir pérdida de unidades, en ese caso podrían estar los colegios Camín, El Llano, Elisburu, Noega, Campoamor o Santa Olaya.

Por lo que respecta a la red concertada, en los últimos años se ha consolidado una demanda de entre 600-650 alumnos, que ha resultado bastante ajustada a la oferta aunque, como siempre, unos pocos centros concentran muchos excedentes que pueden derivarse a otros colegios de la red. Así, este año Inmaculada, Montedeva, Codema, Asunción, Virgen Reina y San Miguel tendrán que baremar. Ni el Santo Ángel ni el Patronato, sobre los que pesa una previsión de recorte de concierto, han podido levantar esa losa de la reducción y no tendrán sobrantes con los que justificar una revisión del concierto. En el caso del San Eutiquio las solicitudes fueron muchas más que otros años: diecisiete.