La importancia que los gobernantes de la II República española dieron a la enseñanza está bien documentada: en 1931 se marcaron como objetivo sacar del analfabetismo a más de un 40 por ciento de la población y la apertura de cinco mil escuelas al año. Querían una enseñanza pública y laica. Tras el golpe militar de 1936, la guerra civil y el triunfo franquista, los maestros republicanos fueron duramente represaliados, muchos hasta fusilados. El escritor Manuel Rivas hizo con algunos materiales de esa historia su relato "La lengua de las mariposas", llevado al cine.

Izquierda Unida (IU) de Gijón quiso ayer recordar a aquellos enseñantes con una ofrenda floral y unas palabras de agradecimiento, con especial dedicatoria a las maestras republicanas. El homenaje se hizo en la calle de la Merced, en uno de los muros del colegio Jovellanos, donde una placa recuerda aquella labor pedagógica. Según recordó Carlos López Colina, uno de los responsables de Educación de IU, 20.000 de los 60.000 maestros de la II República fueron depurados. Antes de acto floral, se proyectó en el Antiguo Instituto el documental "Las maestras de la República".

"Debemos multiplicar el espíritu que hay tras la bandera tricolor", dijo Faustino Sabio, coordinador de IU de Gijón. Rosa Garnacho hizo hincapié en el papel de las maestras republicanas en la "transformación social del país".