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Empiezan a denegar permisos a charangas para participar en despedidas de solteros

Policía Local y Medio Ambiente rechazan las actuaciones en la calle con el argumento de las denuncias vecinales y la superación de decibelios

Un grupo de amigas, celebrando ayer en la plaza Mayor una despedida de soltera. JULIÁN RUS

Las celebraciones de despedidas de solteros están en su apogeo en Gijón. Hasta una docena de grupos, muchos llegados de fuera de Asturias, pudieron tropezarse este fin de semana en la ciudad celebrando el final de alguna soltería. Pero lo que es negocio para muchos, va a dejar de serlo para unos pocos, como las charangas musicales, que están recibiendo negativas a sus solicitudes de permisos para actuar en la calle. Las mismas solicitudes que en los últimos años se tramitaban sin problema ahora se ven frenadas por distintos departamentos municipales.

"Catorce años de carrera supone un delito para los que dictan y ejecutan la ley. Ante la tentativa de denuncia por parte del Ayuntamiento de Gijón, nos vemos obligados a suspender todas nuestras actuaciones en la calle, incluidas las despedidas de solteros. Sentimos mucho las molestias. ¿Acaso no es surrealista que una charanga no pueda tocar en la calle?". Es el lamento que estos días traslada por las redes sociales una agrupación afectada. La charanga "Paentamala", formada por músicos de conservatorios, miembros de bandas y aficionados, lleva años de presencia en festejos asturianos diversos y, también, siendo contratada por participantes en despedidas de solteros para acompañarles por la calle en sus juergas prenupciales.

"Hace unos años, cuando trascendió que a una charanga en Valencia les habían requisado instrumentos por tocar en la calle, comenzamos a tramitar las solicitudes con Divertia, los responsables de festejos. Y no había problema. Indicábamos día y recorridos y a veces nos sugerían cambios si coincidía con alguna actividad con la que pudiéramos interferir", recuerda Susana García, portavoz de la charanga. Este año, con nuevos contratos a la vista, volvieron a hacer la tramitación pero en vez de una contestación de Divertia, lo que obtuvieron fue una denegación del departamento de Medio Ambiente. "Nos indicaban que Divertia no tenía compentencia en esos permisos y que la denegación se basaba en que superábamos los decibelios permitidos", explica la portavoz. La extrañeza fue doble porque "nunca nos han medido el sonido, jamás". En un intento por salvar ese primer escollo, intentaron tramitar otro permiso con la Policía Local "y la semana pasada nos llamó una funcionaria para decirnos que no nos podían autorizar. Se amparan en que tenían quejas vecinales, otra cosa también extraña porque a nosotros jamás nos llamó nadie la atención por alguna actuación en la calle, ni nos pidieron los permisos, ni que nos retirásemos ni nada", añade Susana García. Hace dos años, sí trascendió la intervención policial en Cimadevilla, para frenar la música de una charanga de Burgos que celebraba la despedida de uno de sus miembros con música. Hosteleros de la zona reprocharon la intervención porque reconocieron que "ambientaban la calle".

Conocedores de que, desde hace algunos años, hay grupos políticos que insisten en la necesidad de reconducir la proliferación de despedidas de soltero en la ciudad, Susana García señala que "la nuestra, con música, es una manera muy sana de celebrar algo, no como otras que pueden sestar más vinculadas al consumo de alcohol o espectáculos menos gratificantes. Muchos hosteleros nos invitaban a tomar algo cuando tocábamos en sus terrazas con algún grupo, o nos pedían que quedásemos, porque se hace ambiente de calle y ambiente de fiesta. Nunca hemos tenido ningún problema", remarca.

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