"La salud, o mejor dicho, la falta de salud me impide seguir en este proyecto que con tanta ilusión iniciamos en julio de 2001 un grupo de mujeres con muchas capacidades, pero con grandes dificultades para ejercerlas". Con estas palabras, Sila Murillo Cárdenas, presidenta de la Asociación de Mujeres Discapacitadas de Asturias (AMDAS) "La Fonte", se despidió ayer de su cargo en un emocional acto en el que no faltaron las lágrimas de emotividad y el cariño de las socias que forman parte de la entidad.

Agradecida "por estos dieciséis años de trabajo y dedicación", Sila Murillo presentó su dimisión al frente de "una asociación que nació con el objetivo de reivindicar la situación de las personas con movilidad reducida y eliminar las barreras físicas y psicológicas de las mujeres asturianas", explicó.

"La asociación AMDAS La Fonte ha contribuido a la adaptación de muchos espacios públicos, como por ejemplo la eliminación de escaleras, la creación de accesos para personas con discapacidad en edificios o la habilitación de más autobuses con rampa para personas en silla de ruedas", destacó la que hasta ayer fue la presidenta de la asociación. Entre lágrimas apuntó que se marcha "contenta al ver que la asociación tiene su continuidad en manos de mujeres jóvenes y con las fuerzas renovadas".

Para Murillo la labor de AMDAS La Fonte es fundamental para prestar apoyo a las más de 60.000 mujeres discapacitadas que residen en Asturias, 13.000 de ellas en Gijón. En silla de ruedas desde los 33 años, Sila Murillo afirmó no haberse sentido antes discapacitada. "He vivido y he salido adelante sin mayores problemas", manifestó. Es ahora cuando la salud no le acompaña, "mi cuerpo ha dicho basta y me veo obligada a dejar el puesto", reveló. Entre las asistentes al acto se encontraba la vicepresidenta, María Pérez, de 28 años y la única que presentó su candidatura para coger las riendas de la asociación.